martes, 21 de septiembre de 2021

El abismo siempre devuelve la mirada #4


 

Con una estructura francamente curiosa, STORYTELLING se revela casi como una especie de tratado sobre la relación entre la hipocresía moral y la supuesta superioridad de la obra artística, en tanto que garante exclusivo de eso tan escurridizo que damos en llamar "verdad". Dividida en dos segmentos de duración desigual, aunque finalmente complementarios, se abre con "Fiction", que hiende el bisturí en lo más infeccioso de esa herida abierta, la corrección política. Por un lado, un joven con parálisis cerebral presenta sus escritos en una clase de escritura creativa, obteniendo los parabienes de sus compañeros, pero es vilipendiado por el implacable profesor, que obvia la circunstancia personal. La novia del chico se encuentra con el profesor, que ejerce sobre ella una discutible atracción, que desemboca en un controvertido encuentro sexual, que sirve a Solondz para poner a prueba, aún más si cabe, nuestro sentido lo que se puede o no decir en según qué circunstancias.
Tras este breve relato, el grueso del film lo compone "Nonfiction", mucho más elaborado, y que cruza las vidas de una familia media norteamericana y un aspirante a documentalista, que les ofrece la oportunidad de ser los protagonistas de su "ambiciosa" ópera prima, un día a día de su normalidad, que oculta una sátira sobre los podridos cimientos de la sociedad norteamericana más conservadora. 
Siempre he pensado que esta película daba para algo mucho mayor, menos esbozado y, finalmente, retraído. Y lo mantengo, pese a que Solondz es capaz de algunos momentos de una poesía estremecedora, cruda en su despectiva mirada a unos seres humanos simplemente incapaces de desembarazarse de su propia crueldad, entroncada aquí con una miserable y ridícula, por falsa, posición de superioridad.
No es tan demoledora como su predecesora, pero muestra a un Todd Solondz más lóbrego y calculador.
Saludos.

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