lunes, 28 de septiembre de 2020

Pensar en voz alta


 

En 2003, Andrew Jarecki conmocionó el panorama documental norteamericano con CAPTURING THE FRIEDMANS, la aterradora crónica de una familia modélica, que guardaba algo más que cadáveres en el armario. En 2010, el director pasaba a la ficción con ALL GOOD THINGS, que se basaba en el caso real de un rico heredero, sospechoso de una serie de crímenes, a cual más extraño. El film obtuvo críticas más bien tibias, y Jarecki, obsesionado con el caso, insistió a los ejecutivos de HBO para que le diesen carta blanca en un ambicioso proyecto, un documental sobre este señor, Robert Durst, que no sólo estaba vivo, sino que había logrado eludir la pena de muerte y la cárcel tras una serie de juicios más que controvertidos. Nacía así THE JINX: THE LIFE AN DEATHS OF ROBERT DURST, una fascinante miniserie de seis capítulos que veía la luz en 2015. Compleja, retorcida, sorprendente, a Jarecki no le hace falta más que narrar la increíble epopeya vital de Durst, un tipo imposible de catalogar, y al que uno se ve incapaz de juzgar tras cada entrevista y/o relato ajeno. Huelga decir que es imprescindible desvelar lo menos posible de la trama, aun a riesgo de caer presa de la actitud de Durst, tan poco convencional que se pasa constantemente de creerle inocente a ser culpable hasta de la muerte de Manolete... Posiblemente, una de las mejores series de todos los tiempos.

Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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