miércoles, 12 de septiembre de 2018

Vidas privadas #3



THE PRIVATE LIFE OF SHERLOCK HOLMES fue uno de los últimos títulos dirigidos por Billy Wilder y uno de sus proyectos más personales y controvertidos. Era 1970, y a esas alturas Wilder podía hacer ya lo que le diese la gana, pero el film tuvo una, por decirlo suavemente, tibia acogida. Fue un fracaso en taquilla y los críticos, por una vez, dieron la espalda al autor de EL APARTAMENTO. Han tenido que pasar varias décadas para que se empezara a apreciar el notable juego de apariencias que es su guion, centrado en iluminar los aspectos menos tratados del detective más famoso de todos los tiempos, y especialmente su discutible relación con el doctor Watson. Wilder incide en el carácter cínico y misógino de Holmes, constantemente flirtea con la posibilidad de su homosexualidad, e incluso habla sin ambages de su adicción a la cocaína "lo único que consigue salvarlo de la letal monotonía del mundo"... Pero este es un film eminentemente narrativo, y no tan oscuro como parece, sino que enreda diabólicamente cada detalle de su afilado guion, obligando al espectador a afinar su vertiente detectivesca, si no se corre el riesgo de perder el hilo, aunque es cierto que el terrible montaje al que fue sometida la cinta (Wilder no quiso intervenir) hace complicado su seguimiento. Pero aun así son muchos los puntos de interés, empezando por la estupenda interpretación de Robert Stephens (uno de los actores más flemáticos de la historia), la aparición estelar de Christopher Lee interpretando al mismísimo hermano de Holmes, la partitura de Miklos Rozsa o la cuidadísima ambientación, con un magnífico gusto por los detalles. Incluso hay un hueco al final para el monstruo del lago Ness, ahí es nada... Una delicia para recuperar en cualquier momento.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

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