sábado, 15 de octubre de 2016

Cuando las paredes hablan



Vamos hoy con un telefilm que la BBC emitió allá por 1972 y cuya audacia argumental le ha valido la consideración de pionero, al haber influido decisivamente en títulos realizados varios años después, pero sobre todo por haberse atrevido a separar tradición y modernidad en un género tan desdeñado como el de fantasmas. THE STONE TAPE es, en apariencia, una historia más, una de tantas, sobre apariciones espectrales y señoritas chillando; y así es, o al menos esto también pasa, pero lo más interesante es el uso de la tecnología para intentar definir fríamente qué diablos es aquello que está aterrorizando a un grupo de personas, independientemente de sus creencias. Esto ocurre en una mansión abandonada, cuyos gruesos muros son usados por unos científicos para probar un equipo de sonido de "última generación". Por supuesto, sean conscientes de que aquella parafernalia era modernísima hace 45 años, y ahora les sacaríamos más dinero vendiéndolo al peso... La chica era Jane Asher, posiblemente el rostro más conocido de la farándula inglesa de entonces, ya que se la relacionó con Paul McCartney, y que aquí interpreta a una especie de ingeniera de sonido, la que descubre que en aquellos muros algo inexplicable ha quedado atrapado desde hace muchísimos años, y que ahora parece querer manifestarse. Escrita por Nigel Kneale, THE STONE TAPE es una ocasión única para descubrir cierta deriva del cine de fenómenos paranormales, que ahora está tan de moda y que, dejando a un lado sus rudimentarios recursos, se ocupa de la gran cuestión: ¿Se cree en algo porque existe o existe algo porque se cree en ello?...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!