miércoles, 11 de marzo de 2015

Un hombre como una máquina



Empieza aquí la (atrasada) recta final del repaso a las nominadas al oscar'15.
THE IMITATION GAME. Acabaríamos antes diciendo que THE IMITATION GAME es, simplemente, una película aburrida; si me apuran, increíblemente aburrida, teniendo en cuenta el apasionante tema que trata, y que queda reducido a un jueguecillo de Domingo para aspirantes a señor inteligente, versión "escribo en Facebook". Vale, Benedict Cumberbatch está bien, ya me he enterado; los que no están bien son los críticos que han basado su valoración estrictamente en el trabajo del actor británico y han pasado por alto los terribles fallos de montaje, el cutre terminado de las escasas imágenes de guerra y la sensación de que la Segunda Guerra Mundial se ganó en un pub brindando con pintas... y me parece que no fue así. Malgastar dos horas en todo esto es una estupidez, y mucho más cuando se tiene, al fin, la oportunidad de abordar una figura tan crucial como oscura. Alan Turing quedó él mismo encriptado para la historia por su condición de homosexual, de nada le sirvió ser la mente que logró descifrar los mensajes en clave del ejército alemán; y quizá un documental habría sido más revelador y menos sensacionalista, porque hay que tener cuidado en saber dónde acentuar con exactitud para no desbarrar hacia el mero cotilleo sin fundamento. El dato de que existe más química entre Benedict Cumberbatch y su máquina, "Christopher", que con una Keira Knightley más alelada que de costumbre (que ya...), lo dice absolutamente todo sobre un film que yo no tildaría de frío, sino solamente soso y un poco ridículo.
No, no me ha gustado, pero al noruego Morten Tyldum no le faltarán los encargos en el próximo lustro...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

A mí tampoco, y en mi caso es más grave, as you know.

dvd dijo...

Lógicamente...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!