miércoles, 25 de febrero de 2015

Conservatorios y conservadores



WHIPLASH es una película sobre un hijo de puta y un montón de gilipollas. Es decir: mientras el hijo de puta hace lo que le da la gana con los gilipollas, los gilipollas miran al suelo y asienten. América. Hollywood. Los oscar.
Whiplash es también una historia de superación personal, acerca de un chaval que quiere ser el mejor batería de jazz del mundo, pero le hacen creer que para ello ha de humillarse cual ignoto cartujo, a base de flagelos y humillaciones. Nadie, ni siquiera el hijo de puta, muchísimo menos el hijo de puta, le dice absolutamente nada acerca de una cosa llamada talento. Hoy día existen infinidad de programas de televisión que hacen creer a una porción excesiva de gente que pueden conseguir el talento por prestarle su imagen a esa cadena el tiempo que lo necesite. Eso es falso, claro, pero hay gente que lo cree.
Y si tocas la batería y tienes talento lo sabe hasta el caniche de la vecina, pero que te lancen un platillo a la cabeza no va a hacer que tengas más talento... Y una cosa es la técnica y otra el talento.
Se supone que los conservatorios están para detectar a los talentos  y para potenciar a los que no lo tengan y terminen tocando el clarinete en la banda de las Cigarreras. Desgraciadamente, los conservatorios no dicen nada sobre improvisación, igual que nadie puede enseñarte a escribir con un manual. No, no vas a escribir mejor porque te tiren un ejemplar de "El arcoiris de gravedad"  (que pesa lo suyo) a la cabeza.
Resumiendo: WHIPLASH es muy entretenida, pero muy exagerá. J. K. Simmons es un actor imponente, y en algunos momentos del film da más miedo que Hannibal Lecter. Están avisados... Ah, otra cosa; si no les gusta el jazz, ni la vean...
Saludos.

3 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

No me gusta el jazz, aunque el que suena en la peli es jazz muy clasicón, hasta mi mujer pudo con él.

El guión es una obscenidad. Apología de "la letra con sangre entra". Una vergüenza.

Lo demás que dices bien, pues eso: bien.

Pero bueno, la de tito clint todavía es más obscena. Ya llegaremos.

dvd dijo...

Muy de acuerdo. Me ha faltado esa palabra: obscena.

Lebana dijo...

Comencé a verla y me aburrió... por vuestros comentarios no voy a insitir en terminarla...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!