domingo, 29 de diciembre de 2013

Rincón del freak #137: El pasado es frío e inhóspito



A mí no me gusta la Navidad. Ustedes lo saben, yo lo sé... Y hay muy poco que añadir a eso. Las guirnaldas, espumillones, abetos y turrones no hacen bonito, afean y emborronan; distorsionan bajo litros de alcohol las últimas briznas de cordura que a los pobres mortales nos son dadas justo antes de que ingresemos en esta locura del infierno que se llama vida. Para mí la Navidad es jodida, una mierda que hay que pasar como sea y que intento desde hace años, pero sobre todo desde este último, camuflar bajo falsa cordialidad, estúpidos deseos de entendimiento y, efectivamente, litros de alcohol... ¿Que ustedes quieren Navidad? No se lo reprocho, es una batalla perdida y que sólo trae pequeñas derrotas sin trascendencia, así que les voy a dejar un regalo debajo del árbol, para que las bolas (cuyo significado nunca he entendido) luzcan oblicuas en sus narices. Se trata de una película de apenas seis minutos y rodada hace 112 años, lo cual, comparado con el resto de la historia de la humanidad, tampoco tiene mucho mérito. SCROOGE; OR MARLEY'S GHOST condensa la desesperación del pobre Mr. Scrooge (con el que cada vez me identifico más) al toparse de bruces con Marley, o su fantasma para ser exactos. Ambos personajes están interpretados por John Copeland Buckstone, uno de los actores británicos más relevantes de la época victoriana y que, supongo, echaría una mano a su amigo Walter con una filmación que debió traerle numerosos dolores de cabeza. Hay transparencias muy a lo Méliès, cuatro partes que van desde el famoso "¡Paparruchas!" hasta los hinojos de Scrooge ante la tumba... y poco más. Véanla porque es relativamente sencilla de encontrar, sean felices y coman perdices... Y no tengan en cuenta a este idiota gruñón. Al fin y al cabo esto no es más que un blog...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!