viernes, 13 de diciembre de 2013

Reparación exigida



El otro día nos dejaba Eleanor Parker, aquella fastuosa actriz de indomables melena y carácter, una de las últimas grandes divas de la época dorada de Hollywood. Sería complicado quedarse con un solo papel suyo, aunque cabría reseñar esa capacidad suya tan camaleónica para ser tan lasciva como divertida, y encajando perfectamente en dramas, comedias, cine de aventuras. Y qué mejor cinta, por tanto, que la mítica SCARAMOUCHE, estupenda superproducción de la MGM a la mayor gloria de un Stewart Granger desatado en el papel del disuelto Andre Moreau, que buscará incesante venganza contra el malvado Noel de Maynes, posiblemente el mejor espadachín de Francia y que ha dado muerte a su mejor amigo, a la sazón cabeza de los revolucionarios. Así, con un ritmo frenético y un Technicolor "tan de entonces", SCARAMOUCHE era una mezcla perfecta de géneros que se movía bajo la dinámica batuta de George Sidney, que logra uno de sus trabajos más redondos. Ese estruendoso inicio con la partitura de Victor Young, el sonido de las espadas, el escenario que sirve a Moreau para camuflarse y que termina siendo el lugar de su anhelada venganza. Y si no nos olvidamos de su estelar reparto, a Granger y Parker deberíamos sumar a Mel Ferrer haciendo de malo malísimo (aunque sin perder la compostura) y a Janet Leigh, embelesada bajo los encantos de este bizarro antihéroe, uno de esos salvadores involuntarios que, casi sin saberlo, acaban haciendo historia por accidente. Y como curiosidad para los fanáticos de estas cosas, intenten recordar a aquel breve actor que interpretaba al verdadero Scaramouche, un payaso borracho cuya estrambótica máscara ocultará a Moreau de sus perseguidores, porque se trataba de Henry Corden, o si lo prefieren la voz original de Pedro Picapiedra... Hala...
Saludos.

4 comentarios:

Rosa Ortega Díaz dijo...

Guau, Scaramouche!!! Pues no que me entran ganas de verla después de tanto tiempo. Oh, qué película de duelos de florete, de aventuras, romances, enredos.
Esta es ideal para una tarde de vacaciones.

dvd dijo...

Muy pero que muy entretenida...

Mister Lombreeze dijo...

Qué mujer y qué película. Maravillosas ambas dos. Yo, de pequeño quería ser Mel Ferrer.

dvd dijo...

El personaje de Mel Ferrer es inviable hoy día, un hijo de puta despiadado pero incapaz de faltar a sus deberes para con su reina. Un cabronazo con principios...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!