jueves, 20 de febrero de 2020

Tengo una muñeca...



Sea por aburrimiento, dispersión o puro deleite, vamos con las tres películas (tres, de momento) que conforman la trilogía de esa inquietante muñeca que los Warren mantienen encerrada en una urna, donde la bendicen dos veces al mes. Personalmente tengo una relación agridulce con esa especie de universo creado por James Wan, con títulos que me apasionan y otros que me horrorizan. La mala experiencia con algunos de estos títulos me habían alejado de los mismos, pero como nunca es tarde, me dispongo a tragarme estas tres películas. Y, empezando por la primera, el resultado, sin ser del todo decepcionante, tampoco es que mejore dicha percepción. ANNABELLE es una película rutinaria, pero que aspira a ser algo más; el problema es que ese "algo más" proviene de lo ya visto en lo que Wan venía colocando en sus propios films, y la función se queda en algunos sustos standard, un par de efectos copiados directamente (véase INSIDIOUS) y una realización más que banal por un director muy poco dotado para la narrativa, y que, por ejemplo, filma constantemente calles vacías, como un miserable plató. No sé, no me parece una bazofia sólo porque tiene un buen arranque y algunos movimientos de cámara interesantes, pero poco más... Uf, quedan dos, a ver...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!