martes, 18 de junio de 2024

J. R. R. #7


 

Reconozco que me pasó totalmente de largo LORD OF THE RINGS: THE RINGS OF POWER, un poco por dejadez hacia lo televisivo, pero sobre todo por un tufillo indescriptible a desconfianza numeraria, a "Producto", con comillas y mayúsculas. El que quiera entender que entienda, pero esta versión de "todos los orígenes de lo que luego se contó en TLOTR, solo que con multitud de apuntes que nos obligaban a querer saber más", levanta suspicacias a partir del tercer capítulo (de 8), donde la producción levanta el pie del acelerador y nos vamos hacia un GOT "interiors" con aún menos riesgos en lo discursivo y, fíjense por dónde, una sucesión de diálogos en los que se cuenta lo que ya sabemos. Es complicado, porque los dos primeros capítulos están muy bien diseñados, y apenas se ven las diferencias con los largos de Jackson; Juan Antonio Bayona es su responsable, y quizá se encuentre entre lo mejor de su irregula filmografía. El resto es un poco de relleno, personajes que ralentizan la trama en una insufrible retahíla de cuitas personales e interioridades de marquetería, cuando no directamente plagiadas de su "hermana mayor" ¿Significa que es un desastre? No. TROP es al audiovisual de pantalla pequeña lo que la otra supuso al séptimo arte (ncesaria aclaración), esto es: explicitar la ceremonia del "gran espectáculo", justo en la edad de la restricción y el amagamiento formal, siempre en la superficie de un discurso susurrado incluso en los fragores del torrente de épica, a veces desproporcionada. 
La palabra para definirla es "irregular". Necesita mejorar una barbaridad para no quedar en anécdota de frikis, y por lo visto lo veremos este mismo agosto.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!