miércoles, 29 de noviembre de 2017

Películas para desengancharse #48



TOP GUN es otra de las películas cuya participación en este monográfico in progress me parecía poco menos que impepinable. Y es que pocas películas ilustran tan certeramente la tendencia del cine comercial norteamericano a mediados de los ochenta como esta imbecilidad bonita. Porque es imbécil y es bonita. Porque sus actores y actrices, pese a que la mayoría tuvieron una estupenda carrera después, están paa matarlos, sin parar de sonreír para enseñar sus bonitas dentaduras, como si estuvieran permanentemente drogados. Porque he sido capaz de contar no menos de 55 minutos (de un total de 110) de "postales fílmicas", planos que no aportan nada al desarrollo de la historia pero que quedan mu bonicos con su fondo musical y sus filtros Kodak. Aunque lo mejor de todo es precisamente que todo lo demás da igual. Da igual que los diálogos sean de parvulario, que Val Kilmer ande como un pavo real mascando chicle o que Tom Cruise parezca un labriego con gorra y que la pobre Kelly McGillis implore con la mirada que la deje en paz, en la que es una de las parejas con menos química de todos los tiempos. Da igual, porque lo mejor de todo esto es que no conozco a nadie que sea capaz de contarte de qué va exactamente la película, aparte de enseñar aviones con voces ininteligibles de fondo. Dirigía el añorado Tony Scott, un tipo capaz de hacer mejor lo peor y viceversa, y que al menos siempre tuvo la decencia de no esconder sus verdaderas intenciones tras pomposas declaraciones de falsa trascendencia. La chica con camiseta blanca, las pegatinas en la chupa de aviador, las Ray-Ban de pera, los machos sudorosos y las motos de 500cc rugiendo; y todo con Faltermeyer de fondo, y todo con las barras y estrellas de fondo... Trump, lo que te perdiste...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!