lunes, 26 de agosto de 2024

Sin embrague


 

Creo que hay un solo modo para disfrutar una película como MONKEY MAN. Imprescindible tener vocación de disfrutar de los mamporros gratuitos, la sangre sin medida y las postales icónicas. Sobre todo esto último, porque, de ser algo, el artefacto ideado por el actor Dev Patel para su debut como director, es una explosiva hibridación entre el cine de artes marciales y el impresionismo de una novela gráfica. Sí, el guion es inverosímil, rozando el cachondeo paródico, pero ahí reside su encanto, en despojarse de toda gravedad y ofrecer un espectáculo sanguinolento, que se pasa por el forro cualquier tentación buenista. Y el argumento no puede ser más tópico y sobado, pero Patel no esconde sus cartas y rinde pleitesía tanto a JOHN WICK como a OLDBOY, sirviéndose del espectáculo visual de una India de calles oscuras y cochambrosas, donde el protagonista busca obsesivamente cobrarse una terrible venganza.
Por momentos parece tomarse más en serio de lo que debería, pero es lo suficientemente entretenida como para que nos importe en menor medida.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!