jueves, 1 de agosto de 2024

Agua envenenada


 

Otra película que ya me extrañaba no haber hablado de ella, pero que por estas cosas del destino me sirve para redondear el mínimo homenaje a la figura de Robert Towne, con el que creo que fue su trabajo más redondo. CHINATOWN es, ante todo, guion; guion perfecto, serpenteante, inasible, libre en su vocación por asirse con convicción a los clásicos, para seguidamente adoptar una modernidad rabiosa. Es, también, un prodigio de dominio en la dirección de Roman Polanski en estado de gracia, con un ritmo que igual parece pausado como hace saltar por los aires una trama endiabladamente compleja, con un antihéroe zarandeado, vulnerable pero obstinado por llegar al fondo de un misterio que se hace cada vez más oscuro. En uno de sus trabajos más contenidos (y no es poco señalarlo), Jack Nicholson navega entre la picaresca y la integridad, moviéndose en un mundo putrefacto de intereses y apariencias, donde parece que todo puede valer si se dejan los escrúpulos de lado. Una obra maestra que cumple ya 50 años, y que supone el manual vívido de cómo construir una historia hipnótica, de infinitas lecturas semánticas. Recuperarla es recuperar la cumbre de un guionista irrepetible.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
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