sábado, 20 de abril de 2019

El hombre murciélago #11



THE DARK KNIGHT RISES, de 2012, es el broche con el que Christopher Nolan se ha despedido del personaje, o eso parece, hasta que veamos quién se atreve a retomarlo sin partenaires ni "ligamentos". Sea como fuere, me parece un cierre coherente, y cuya gran duración puede llevar a equívoco, pues su narrativa parece menos deslavazada de lo que sus muchos campos abiertos indican. Lo primero es un arranque algo perezoso, con la ingrata tarea de devolver a un Bruce Wayne en retiro monacal, ya que ha desechado la vida pública durante ocho largos años tras la implicación en la muerte de Harvey Dent, y por consiguiente pasar a ser considerado una amenaza. Después entra en escena Bane, al que a vida un estupendo Tom Hardy, el único actor apaz de ser expresivo con la cara tapada; una especie de máquina de matar que sólo tiene en mente acabar con Batman y destruir Gotham. Y siguiendo con la introducción de personajes, Nolan echa mano de una vieja amiga, una Anne Hathaway como Catwoman, que corrige y aumenta el de Michelle Pfeiffer. Así las cosas, todo pintaba hacia un desenlace rutinario, pero Nolan se embebe en su obsesión por no ser nunca previsible o superfluo, y extiende dicho final hacia muchísimos lugares nada comunes, y arma una película de superhéroes con la virtud de resultar espectacular y orgánica al mismo tiempo. Una delicatessen visual, menos redonda que su predecesora, pero también más intrigante y modulada. En definitiva, un muy buen broche final para Nolan, Bale y compañía. Mientras tanto, en qué manos se quedará el personaje sigue siendo una incógnita siete años después.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!