viernes, 13 de abril de 2018

Perversión



En 1971 (sí, hace 47 años), Don Siegel rescató la novela que, cinco años antes, escribió Cullinan, para construir uno de los tratados cinematográficos más precisos sobre la seducción, el engaño, las relaciones de poder y la perversión de los sentimientos. Un film áspero, incómodo, casi sucio, con una profundidad psicológica inaudita y una audacia formal de la que han bebido multitud de directores actuales. THE BEGUILED es capaz de abrir con un Clint Eastwood herido de muerte besando a una niña en los labios, para continuar con el necesario personaje de la esclava (la estupenda cantante Mae Mercer), incomprensiblemente desterrado en la versión de Coppola, que establece la moral sureña en su usta medida, y rematar nada menos que con un ménage à trois entre el propio Eastwood, la "inocente" Elizabeth Hartman y una ya madura Geraldine Page. Una película que trasciende los géneros y los subvierte, y que demuestra como ninguna que no hay un horror más insoportable que el horror cotidiano, hasta el punto de que el relato se torna terrorífico precisamente cuando llega la calma. Equívocos que llevan a los celos y de ahí al odio y al desprecio, sentimientos extremados por el aislamiento y personalidades que se debaten constantemente entre la cabeza y el corazón, mientras una guerra se desarrolla fuera. Una película que no sólo no ha envejecido, sino que cobra una vigencia tremenda y supone, entre otras cosas, la enésima lección de cine de Don Siegel, uno de esos directores a los que tanto cuesta llamar maestro...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!