miércoles, 4 de abril de 2018

El color de la forma #1



Iniciamos aquí un necesario repaso a la filmografía de un cineasta único, dotado de una visión poética que se ha mantenido vigente a lo largo de varias décadas, influyendo decisivamente en la concepción ética y estética de incontables cineastas, sin cuyo legado no habrían ampliado sus fronteras estilísticas. Se trata del director de origen armenio Sergei Parajanov (en adelante usaremos esta traducción de su nombre), un artista (conviene remarcar la palabra) que maridó con una sensibilidad única disciplinas como la pintura, la escultura o la literatura para crear una dimensión absolutamente alejada de los cánones principales de la ortodoxia. Parajanov debutó en la dirección con una deliciosa fantasía de apenas una hora, ANDRIESH, en la que compartía responsabilidades con el ucraniano Yakov Bazelyan, adaptando un libro del poeta Emilian Bukov. La película, casi declamada, contaba la historia del joven Andriesh, un pastorcillo que pierde su rebaño a manos del temible Huracán Negro, una especie de demonio espectral que se divierte fastidiando las vidas de la gente sencilla. Andriesh, ayudado por el poder de la flauta mágica que pertenecía al héroe Voinován, que ha perdido a su amada a manos del mismo demonio.
El film se ve con absoluto agrado y, pese a que la dirección de actores de Bazelyan deja bastante que desear, se intuyen algunas de las constantes del cine que Parajanov desarrollaría más ampliamente en títulos posteriores, como su gusto por las composiciones humanas, los rostros y una puesta en escena deslumbrante. Un film menor en su filmografía, es cierto, pero que avanzaba algo de la importancia de su coautor.
Saludos.

2 comentarios:

Licantropunk dijo...

La paleta de colores de Sergei Parajanov, el grano de su cine, su barroquismo étnico (vaya término me ha salido...) dejan huella en el cinéfilo.
Saludos.

dvd dijo...

Este es un Parajanov aún muy primigenio, y la película no es enteramente suya, pero ya se pueden apreciar muchos detalles definitorios de su inconfundible estilo. Para mí, uno de los directores más decisivamente influyentes del Siglo XX.
Un saludo.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!