domingo, 12 de marzo de 2017

Rincón del freak #262: La leyenda del soldado hippie



Durante el tiempo que Mel Gibson ha estado sin filmar y básicamente haciendo el cabra, he temido constantemente lo que finalmente ha ocurrido. Yo me he hartado aquí de defender (muchas veces en solitario) el nervio e imaginación de un tipo que filma desde dentro, sin atender mucho a las modas ni los modismos, pero me rindo con HACKSAW RIDGE, porque me parece una autoparodia innecesaria e inservible, a menos que uno sea un pro-bélico declarado y le gusten los muros largos...
No es ya la descabellada idea de un tipo que está loco por ir a la guerra pero no quiere tocar un arma, porque se supone que se trata de una historia real; lo que no me cuadra es la extraña estructura del film, con un prólogo kilométrico y un actor, Andrew Garfield, que no sé qué le ven los directores, porque parece que todo lo hace con desgana. Luego, llega el plato fuerte, la pared vertical a la que son arrojados estos soldados sólo para que los masacren y venga el sanitario a recogerlos, ya hechos trizas. No lo comprendo. Si es una hagiografía, es muy rara, y como relato bélico es esquemático y poco agradecido, porque verán muy pocas cosas aparte de miembros amputados y gente corriendo entre la metralla, lo que pone de manifiesto que no es sencillo hacer una película "de guerra". Y yo, que siempre he manifestado la inconveniencia de mezclar la obra artística con la ideología, en este caso le he visto las costuras al señor Gibson, con muchísimo relleno donde su pulso narrativo ha brillado por su ausencia.
Ah, y esas imágenes reales al final que son ya todo un clásico...
Saludos.


2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Y también sale sam worthington, para rematar la cosa.
Quiero suscribir, palabra por palabra, lo siguiente:
"no me cuadra es la extraña estructura del film, con un prólogo kilométrico y un actor, Andrew Garfield, que no sé qué le ven los directores, porque parece que todo lo hace con desgana. Luego, llega el plato fuerte, la pared vertical a la que son arrojados estos soldados sólo para que los masacren y venga el sanitario a recogerlos, ya hechos trizas. No lo comprendo"
Lo más inverosímil de todo es que una maciza como Teresa Palmer se fije en un tolai como A.Garfield.
Insoportable incluso para un fanático de la WWII, como un servidor.
Lo mejor: las imágenes reales del final... jajajjaaja.

dvd dijo...

Bien visto...
Me ha mosqueado mucho esta película, porque son dos horas esperando a que pase algo grande, y cuando llega el final no sé qué carajo me han querido contar. Y la historia de amor no hay quien se la crea, Gibson nunca ha sido bueno con estas cosas...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!