martes, 14 de marzo de 2017

La avaricia del plano



Siguiendo con las incongruencias aceptadas de los oscar, FENCES entraría en esa categoría de películas que uno sabe que estarán ahí, en las nominaciones, aunque no vayan a tener una posibilidad real de ganar, pero que se guarda para sí algún premio importante. En este caso uno que no entiendo muy bien, no porque Viola Davis no esté estupenda en su papel, sino porque no puede ser considerada como actriz de reparto... A menos, claro, que no quisieran quitarle el premio a Emma Stone. Y yo soy muy mal pensado. Pero hablando de FENCES, tres cuestiones fundamentales para no abandonar a la mitad de sus tortuosas dos horas y pico. No esperen ver otra cosa que a Washington y Davis dibujando arabescos, mientras la cámara, el plano, les sigue a todas partes, rindiéndose así el director al actor, y rindiendo la posibilidad de hacer un trabajo cinematográfico a la certeza de que esto es poco más que teatro filmado. Después, sin haber leído la obra de August Wilson, me atrevo a pensar que los personajes secundarios, y en especial los hijos, deben tener bastante más peso a la hora de transmitir el paso del tiempo alrededor de ese espacio único que es el modesto patio trasero de la casa familiar, y aquí no es el caso. Por último, me parece que la gracia de todo este amalgamado de conflictos raciales, generacionales y, finalmente, machistas, queda en que Washington es el actor negro más blanco de Hollywood, incluso más que algunos blancos...
Soñarán con el rostro de Viola Davis...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Muy teatral. Pero es una delicia escuchar los duetos Washington&Davis.
Completamente de acuerdo en la incongruencia de la nominación.

dvd dijo...

Es que lo mejor son los actores, pero en cine canta demasiado si no hay mucho más...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!