sábado, 7 de septiembre de 2013

¡Pues cómo ha cambiado el cuento!



En teoría, la adaptación libérrima de un tipo tan libérrimo como Sam Raimi de la inmortal novela de L. Frank Baum debería contener suficientes estímulos como para hacernos olvidar la versión de 1939 y situarnos durante un par de horas en plena era digital. En teoría. En realidad, OZ: THE GREAT AND POWERFUL (título grasiento donde los haya [parece un anuncio de vibradores]) es una película tan dislocada, tan mal montada, tan incontrolada por un director al que se le nota que no cree ni un gramo en lo que está haciendo (aunque seguro que sí en el jugoso cheque disneyano que le financie futuramente), que, en un momento dado, uno no sabe si esto es para niños, para bipolares, o sencillamente retrasados mentales. Yo hice la prueba y fui con mi hija a verla, la conclusión es que los niños no han cambiado tanto, lo que ha cambiado es la percepción que los adultos tenemos sobre ellos, y para un niño un bluff aburrido lo es ahora igual que lo fue antes. Es sonrojante ver la deriva de un film que sobrepasa (innecesariamente) las dos horas y que comienza con un rayo de esperanza, con James Franco haciendo de lo que mejor se le da, un embaucador pendenciero y mentiroso, un tipo embargado hasta las cejas que lo pierde todo y cuya desolación constituye, quizás, el único momento de verdadera enjundia cinéfila. Error. Llega el tornado, el tono sepia da paso a una chillona paleta de colorines y la factoría del ratón toma el mando. Lo que sigue es un montón de chillidos, ruidos, explosiones y narices de goma (Mr. Lombreeze dixit) que constituyen todo un narcótico para cualquier sensibilidad medianamente desarrollada; no digamos para un pobre infante que no sabe si está viendo "Un mundo de fantasía" o "Un mundo de LSD y detergentes"... En fin, aunque me cueste admitirlo, no puedo culpar al 100% al señor Raimi, se nota que esto, por muy "industrializado" que esté en estos momentos, no tiene nada que ver con el imaginario del creador de joyas como DARKMAN o EVIL DEAD... ¿De verdad que es el mismo tipo?...
Saludoz.

7 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Las narices de goma son una lacra del cine actual, sin duda. Oiga, y en lugar e ver esta película o la anterior o la siguiente ¿por qué no ve series de tv como todo el mundo?. No sé, "El Puente" p.e.

Mister Lombreeze dijo...

Fíjese con que canción tan molona comienza:
http://www.youtube.com/watch?v=LiW5dozlQcw

dvd dijo...

¿Porque tengo una tierna infanta a puntito de cumplir cinco añitos?... Qué fácil lo ven todo ustedes los diletantes...
Sí que mola, sí... ¿De qué va ésta? ¿De un puente?..........

Mister Lombreeze dijo...

Va de un serial killer que mata a ambos lados de la frontera yankimexicana. Esto es lo de siempre pero la caracterización de personajes es tan buena que ya la quisieran para sí muchas películas.

dvd dijo...

¿Y mata más yankis o más mexicalis?... Y ¿es esto importante?...

Mister Lombreeze dijo...

Lo importante es que a mí mujer le gusta y a mí me gusta mi mujer. Y así cerramos el círculo vicioso.

dvd dijo...

Su santa esposa queda admitida como consejera oficial de series molonas, que no es un cualquiera cargo...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!