domingo, 8 de septiembre de 2013

Rincón del freak #121: Polígonos industriales. Viernes y Sábados por la noche.



Esto ya lo he visto yo un montón de veces, lo veo casi a diario en mi ciudad, una de las capitales mundiales del "canismo", "chonismo", "calorrismo" o simplemente "gilipollismo". Muchachos y muchachas que jamás (y este dato es importante) están solos, que jamás podrás ver haciendo absolutamente nada productivo (excepto lavar seis veces en semana su buga tuneado), que emplean el dinero que obtienen vendiendo drogas a otros aún más ineptos que ellos en tatuajes, piercings, iPhones, chandals del Madrid y chaquetitas de Hello Kitty en el caso de ellas (las gafas Carrera simplemente las mangan). El cani trata a la cani como una puta mierda, pero lo mejor es que a ellas les gusta, más que nada porque no se separan unos de otros; su coeficiente mental es el equivalente al de una escalopendra aplastada por un Hankook, pero en lugar de preocuparse son unos tipos y tipas felices, puesto que han obviado las preocupaciones habituales de la vida y las han convertido en unas vacaciones sin fin. El rollo sólo se les acaba cuando al papa (padre) lo meten en la trena o si dejan preñada a la choni de turno, aunque su capacidad de discernimiento está tan disminuida que rara vez son conscientes de que realmente tienen un problema (a.k.a. responsabilidad), a no ser, claro está, que se vean obligados a vender el BMW, momento francamente triste en la poco hacendosa vida de un cani. En fin, que yo esto lo tengo muy interiorizado, así que me cagué en los muertos del gracioso que me recomendó ver una temible producción serbia que, por si fuera poco, me vendieron con que se había llevado el premio a mejor película en Rotterdam el año pasado. Se lo dejaré a ustedes en bandeja de plata: se llama KLIP, salen muchos móviles, suena mucho reggaeton, y para la sinopsis no tienen más que releer de nuevo la reseña; cambien Sevilla por Belgrado y... voilà.
No, no la vean. Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!