jueves, 12 de septiembre de 2013

El irrechazable superpack 3x2



Nos guste o no, y con el veraz filtro del tiempo como aliado, se puede afirmar a estas alturas que a lo mejor el cineasta que más y mejor ha anticipado (y usado en su provecho y el de los espectadores) en qué iba a convertirse el blockbuster, o cine decididamente comercial en sus vertientes ciencia-ficción/aventuras/acción, es el holandés Paul Verhoeven. Porque él lo hizo antes que otros, y más dignamente, y con un sentido del espectáculo absolutamente deudor de aquellas olvidadas superproducciones de los grandes estudios; y lo que es mejor: sabía reírse de sí mismo en el momento justo, que es cuando los mediocres logran alzarse en un tambaleante pedestal. Ahora, Verhoeven está en otras cosas, mirando más a Europa y menos a Hollywood; sufriendo como un principiante para encontrar financiación (¡un tipo que enriqueció en los noventa a rateros como la Carolco o ese pope sospechoso que fue Mario Kassar! [aunque poco después se la cargó con SHOWGIRLS... jejeje...]) y embarcado en proyectos cada vez más personales. Yo me atrevería a poner el pico más alto de Verhoeven (si no en calidad, sí en lo que supuso de consagración) en 1990, año en el que TOTAL RECALL se erigió en la enésima gran promesa salvadora del cine de ciencia-ficción, una especie de continuación de lo que en su momento fueron títulos como ALIEN o BLADE RUNNER. Sin embargo, dejemos algo claro: TOTAL RECALL no es Philip K. Dick propiamente dicho, sino el vehículo perfecto para el bigger, faster & louder yanqui, el superpack definitivo capaz de saciar cualquier alma hambrienta de imágenes impactantes embadurnadas con kilos de palomitas. La película, es verdad, tiene momentos muy entretenidos, y como artefacto de acción funciona; otra cosa es el embolado de realidades alternativas y personalidades suplantadas, porque esta premisa, de las favoritas del autor de "A scanner darkly", no es lo que más le interesaba ni a Verhoeven ni a sus productores, más pendientes de que Don Arnaldo enseñase músculo (de la inenarrable colección de poses y muecas podría escribirse todo un geek-tratado); mientras Rob Bottin regalaba a la galería de efectos especiales todo un muestrario de maquillaje que, aun con diversa fortuna, ha pasado a la posteridad; o los que por aquel entonces éramos poco más que adolescentes, nos quedamos petrificados ante una emergente Sharon Stone salvaje y con mallas... Un clásico casi a duras penas, pese a su irregular reparto, pese a sus momentos de puro cachondeo, pese a lo deslavazado de su argumento, pese a que Jerry Goldsmith le copiase la tonada "canalplusera" a Basil Poledouris; esto eran los noventa, muchachos, y eso que la década no había hecho más que empezar...
Saludos.

2 comentarios:

Mister Lombreeze dijo...

Para mí Total Recall, original y remake, tiene tres nombres: Sharon Stone, Jessica Biel y Kate Beckinsale.
El resto me sobra.

dvd dijo...

Me quedo con la primera y la patada que le da en los huevos a Arnaldo...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!