viernes, 26 de julio de 2024

Captar la atención o desviarla


 

A menudo nos topamos de frente con la estandarización de la imagen, echando la culpa a "esos flojos asalariados", que aun teniendo cada vez más medios a su alcance son incapaces de arriesgar lo más mínimo. No es justo, en la medida de que la imagen transita su propio camino al margen de nuestra voluntad, del mismo modo que ese supuesto mal es inherente a cualquier época, a poco que investiguemos con paciencia. El caso de BROADCAST SIGNAL INTRUSION es inversamente proporcional a esta afirmación, lo que al menos supone un punto de interés para una película mejor rodada que planteada, y no digamos que resuelta. O: volvemos al cansino subgénero del found footage, pero no importa. Podríamos estar ante un film de terror, mejor intriga, pero también da igual. Las interpretaciones desembocan siempre en la circunspección, que es el refugio del director mediocre, pero no nos quedemos aquí. El film de Jacob Gentry (responsable de aquella interesante THE SIGNAL) tiene aroma, casi todo proveniente de la desnormativización de sus imágenes, que se valen del enclave argumental de estar en un 1999 repleto de cintas de video, cabinas de teléfono y gente fumando en bares, para ambientar la deriva (posiblemente psicológica) de un archivador de video, obsesionado con unas perturbadoras emisiones pirata, tras la desaparición de su mujer. Con un pie dentro de la imponente POSSESSOR y otro en los laberintos sin salida de UNDER THE SILVER LAKE, es necesario llegar hasta el final sólo para descubrir que sus guionistas no tenían ni puñetera idea de cómo resolver lo que no es más que un inquietante experimento atmosférico (qué desaprovechada la banda sonora de Ben Lovett), tan evocador como vacío, tan arriesgado en la forma como cobarde en su narrativa.
No es mala, y eso me irrita aún más.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!