domingo, 22 de agosto de 2021

Rincón del freak #469: Aquellas carátulas de VHS...


 

Aquellas carátulas de VHS, con el plástico envejecido por el trasiego, los bordes gastados, el cierre incluso incapaz de cerrarse. Aquello era otra cosa, otra experiencia, como un delicioso sucedáneo de la peli que no ibas a ver en el cine. Y buscabas las que no tenían el papelito, que eran las alquiladas. Y te quedabas un buen rato mirando las portadas, aquellas portadas que prometían una sesión repleta de lujos de alquiler. Los tíos cachas, en taparrabos, con el torso untado en aceite. Las tías macizas, en tanga y nada más, abrazadas al brutote de pelo largo, empuñando una espada inverosímil, bajo la aviesa mirada de un demonio amenazante que surgía de una niebla multicolor. Eran los primeros ochenta, y, no se sabe por qué, esto estaba de moda; era la era (bonita nana sale de aquí) de la "espada y brujería", y Mr. Chuache reinaba desde su granítico cimmerio. Luego llegaba la realidad, porque la del bárbaro genuino estaba siempre pillada, y uno se conformaba con las otras, tan sólo para constatar que las copias no eran más que exploitations, y eso que no teníamos ni pajolera idea de qué significaba ese palabro. Sí amigos, uno se veía ante un festival de pelucas, barbas postizas, malos cascadetes y un héroe que no calzaba tanto músculo, y sí una espada digna de estudio, porque tenía tres hojas, como la Mach3 de Gillette. Probablemente una de las películas más caóticas y desenfadadas de la historia, THE SWORD AND THE SORCERER, además de título de Timun Mas, mezclaba bárbaros con caballeros medievales, y suponía el comienzo de la carrera de Albert Pyun, auténtico corredor de fondo de la serie Z. Aquí, en una sacada de chorra inmensa, se tituló CROMWELL, EL REY DE LOS BÁRBAROS; supongo que por incluir la palabra mágica, aunque puede que sea de las pocas pelis que obvian al héroe y se titulan con el nombre del malo, un Richard Lynch loco por cobrar y largarse. De la mayoría de gente que por allí salía poco se volvió a saber, pero no sé si hay propuestas similares, hoy día, capaces de recaudar 38 millones de dólares de los de entonces. Y es que eran otros tiempos, y otras carátulas...
Esta sí, sólo para muy muy frikis...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!