domingo, 8 de noviembre de 2020

Rincón del freak #429: ¡Que le corten la cabeza!


 

Me da un poco de penica clausurar este minihomenaje a Sean Connery con una película como ésta, pero también es cierto que el mítico actor escocés, de tener alguna virtud, era la versatilidad para adaptarse a cosas como ésta. El caso de Stephen Weeks también es que tiene lo suyo; considerado casi un niño prodigio que empezó a rodar con menos de veinte años, hoy está completamente olvidado, y son sólo los muy frikis quienes han oído algo de su escueta obra, que se acabó radicalmente en el año 1984 con la que hoy nos ocupa. SWORD OF THE VALIANT: THE LEGEND OF SIR GAWAIN AND THE GREEN KNIGHT recogía una de las leyendas artúricas, y más concretamente aquella en la que el misterioso caballero verde irrumpía en un apático Camelot, proponiendo un curioso y mortífero juego: quedarse quieto mientras un caballero le corta la cabeza, y con la única condición de que devolverá el golpe si el incauto falla. Lo cierto es que la premisa es fascinante, y esta apertura mantiene un poco el interés, aunque la producción es terriblemente mala, y la dirección no llega a un telefilm de fondo de catálogo. Y no es lo peor, ni siquiera ver a un esforzado Sean Connery manteniendo el tipo con un traje y una peluca ridículos. No, ni siquiera la música de videojuego barato de Ron Geesin (sí, un colaborador habitual de Pink Floyd). No, porque lo peor es devolvernos algo que al menos yo tenía olvidado, que es a ese señor que se llama Miles O'Keefe, y no diré más, excepto que no he visto a nadie más ridículo, porque más que un papel parece una venganza personal. Quitando la apertura y el cierre, esta absoluta frikada podría pasar por cruzar a Monty Python con ATOR EL PODEROSO (allí estaba el bueno de Miles), y uno se hace la siguiente pregunta: Si ya hizo la misma película 11 años antes... ¿qué necesidad había?... Normal que dejara de rodar con 36 años...
Menos mal que siempre nos quedará Mr. Connery...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!