jueves, 17 de noviembre de 2016

Postulados para la violación de la realidad #7



De nuevo dos cortos rodados por Kiarostami, el primero, de corte simuladamente didáctico y titulado BE TARTIB YA BEDOUN-E TARTIB (ORDEN Y DESORDEN), pretendía argumentar las bondades del orden y el civismo a la hora de conducirse en la vida, ya desde la escuela, al salir de clase sin atascar la puerta de salida; para beber agua (sin que nadie se preocupe de la higiene derivada de tener un solo vaso para todo el colegio...) o subir al autobús escolar sin que haya que esperar varios minutos a que todos estén sentados. Kiarostami cierra el documental con un inesperado e irreverente corte, que no sólo perturba el orden mismo de la película, sino que conmina al espectador a rebelarse ante lo que ve y no dar todo por supuesto. En apenas quince minutos, el libre albedrío nos interpela como ciudadanos libres que somos capaces de elegir nuestro propio beneficio...





El segundo, de 1982, es HAMSARAYAN (EL CORO), que en su brevedad articula una prodigiosa escalada desde la observación paciente de un hombre mayor en su habitual paseo, que, harto de la contaminación acústica de la ciudad, decide apagar el audífono que le permite escuchar con claridad. Al llegar a su casa, quizá sin importarle demasiado la ausencia de sonido, no escucha a sus nietas, que acaban de salir de clase y llaman para que les abra. Finalmente, el corto adopta un tono decididamente cómico, como si volviéramos a un cine chapliniano, porque la congregación ante la casa es cada vez mayor y todos gritan para que el anciano se entere. Una deliciosa miniatura acerca de las bondades del bendito silencio para los que sufrimos vivir en un mundo insoportablemente ruidoso...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!