viernes, 6 de noviembre de 2015

Un homenaje merecido



De nuevo en las islas británicas, y respecto al cine de terror que se está haciendo allí, HOWL es, ya desde el título, un modesto y sentido homenaje al mítico film de Joe Dante. Sin llegar a la excelencia de aquél, el escocés Paul Hyett impregna su película de un aroma a los setenta y ochenta absolutamente reconocible. Primero por el sentido del humor, a cuentagotas, sin caer en la parodia inconsciente; también por otorgar (a dios gracias) a cada personaje un rol definido, y no dejarlo en un maniquí más o menos de buen ver, aquí hay matrimonios de la tercera edad, señoras divorciadas, niñatas de extrarradio, machistas, cerebritos, zampabollos... Un poco de todo, y todo comienza a bordo de un tren de cercanías que hace una ruta nocturna conectando diversas ciudades de Escocia; justo al atravesar un sombrío y frondoso bosque el tren se detiene bruscamente al atropellar un ciervo... pero hay algo más acechando desde fuera...
Sí, es un argumento de lo más sobado, pero la peli es muy entretenida y hay momentos de jolgorio ochentero que ayudan a sobrellevar algunos diálogos que sobraban. Los intérpretes están correctos, no el insoportable protagonista, pero sí la estupenda Shauna MacDonald, que los aficionados recordarán por la gran THE DESCENT. Los monstruitos, eso sí, merecen un punto y aparte, porque se ha recurrido más al látex que al adobe digital, y las caracterizaciones dan bastante más mal rollo que otras que yo me sé, porque no se busca el hiperrealismo (que al final es poco creíble), sino la diferencia a través del trabajo de artesanía. Sólo por eso, merece la pena perder hora y media con ella.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!