lunes, 16 de noviembre de 2015

D. W.: El padre del cine #38



Aún me dura el estupor. No sé, creo que algo está funcionando muy mal en este planeta y nadie asume responsabilidades, sino que todos blindan su discurso echándole la culpa al de enfrente, y así, francamente, no se puede. No tengo muchas ganas de escribir hoy, pero voy a hacerlo, por ustedes, por mí, por los gabachos, que se merecen todo nuestro apoyo... Pero yo sigo sin ver a esas miríadas de musulmanes compungidos manifestando su dolor y repulsa por las calles. Aquí ya lo hemos hecho masivamente contra la guerra de Irak, y así es hasta el día de hoy...
Escuetamente, THE GIRL WHO STAYED AT HOME es un típico (típicamente de Griffith) cruce de melodrama arrebatado y épica de tintes bélicos, en el que se nos narra la decidida historia de dos hermanos que se alistan para combatir en el frente francés en la Primera Guerra Mundial. Sí, los americanos ayudaban a los franceses contra los alemanes, como ahora harán contra otros. En medio, una muchacha que se debate entre el amor que siente por ambos hermanos y que espera pacientemente su regreso. No es de las mejores películas de Griffith, aunque tiene escenas de batalla realmente interesantes, con una recreación más que veraz de las trincheras, y además su narración en paralelo le da una complejidad que el director estadounidense llevaba tiempo refinando y abonando en una época que sólo entendía un film "de guerra" si se doblegaba al panfleto. Quedarse en un término medio era un equilibrio más que improbable, y he aquí un buen ejemplo de ello.
Saludos... aunque siempre habrá gente que no los merezca...

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!