martes, 29 de junio de 2010

Un chiste privado

THE BOAT THAT ROCKED, que aquí tuvo un título no mucho más inspirado, parte de una excelente idea: En la década de los sesenta, un barco situado en el Mar del Norte, fuera del alcance de los radares británicos, emitía toda clase de música de manera clandestina (sí, allí también han prohibido cosas). Con una tripulación compuesta por disc-jockeys drogotas, ligones y pendencieros, reciben continuas visitas de fanáticos que les adoran y se van forjando un mito que tiene en jaque a todo un ministerio de defensa. Hasta ahí podríamos estar hablando de uno de esos títulos que están predestinados a permanecer en la memoria colectiva durante mucho tiempo; sin embargo, el detalle es el siguiente: el director, un tal Richard Curtis, es el mismo que perpetró hace años aquel pastelazo de cuidado que atendía al nombre de LOVE ACTUALLY... Así que Curtis se carga todo lo que de bueno tenía la historia con su exasperante autoindulgencia, que le lleva a trazar personajes de hondo calado, especialmente el interpretado por Philip Seymour Hoffman, para desautorizarlos inmediatamente a base de chistes zafios para los momentos distendidos y de cargante moralina cuando se pone serio y paternal. Y así ocurre con todos y cada uno de los numerosos y variopintos personajes que son (no puede ser de otra manera) el alma de una historia que es una nadería sin importancia, pero que estoy seguro de que todos esos chistecitos privados de pub habrán hecho las delicias de miles de británicos working class; y sé de buena tinta lo que digo.
En fin, que no está mal para una tardecita de resaca, si no te quieres devanar los sesos y quieres que alguien pinche por ti una banda sonora que acaba siendo lo mejor del film; al menos esos temazos no se han evaporado después de 45 largos años...
Saludos en cubierta...

2 comentarios:

sé de cine dijo...

Voy a ver si la consigo, ya chequee en imdb y la banda de sonido es impresionante (Beck, the Who, Leonard Cohen, David Bowie, y muucho más). Seymour Hoffman y drogones a bordo parece no tener desperdicio.

dvd dijo...

Las canciones están ahí, pero se hace un poco sonrojante tanta posturita en el barco de marras...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!