miércoles, 16 de junio de 2010

Las cenizas de la derrota

A ver quién se tira hoy a la yugular de quién... Tengan en cuenta que en primera instancia pensé en hacer una reseña de GRACIAS POR EL CHOCOLATE, pero finalmente me he decantado por otra que es mejor...
Bueno, vamos al cine, que es lo único bueno de hoy. En 1981, Warren Beatty quiso darle un giro de 180º a su irregular carrera y de verdad que puso toda la carne en el asador. REDS es una monumental película de casi cuatro horas, irregular, megalómana, brillante, ridícula a veces, autoindulgente y con algunos arrebatos de genio que la sitúan en un lugar poco transitado por la industria norteamericana; y esto por varios motivos bien delineados. REDS cuenta principalmente la increible historia de John Reed, que pasó de escéptico a revolucionario, que se codeó con intelectuales y criminales, que se fue a la Rusia revolucionaria por amor y terminó convirtiéndose en todo un icono del comunismo y que finalmente acabó siendo enterrado en el Kremlin, lo que no puede decir ningún compatriota suyo. El film, insisto, es tremendamente irregular tanto en fondo como en forma y plantea una primera parte algo melodramática, la de los años en los que Reed, más por una cuestión estética, descubre el comunismo y al amor de su vida (excelente Diane Keaton); Reed sufre las consecuencias de su falsa libertad de pensamiento y su amante se lía con el escritor Eugene O'Neill (excelente también Jack Nicholson), lo que da como resultado una primera hora algo folletinesca y que no hace justicia a lo que Beatty es capaz de rodar después. Sin solución de continuidad, la trama y el escenario se trasladan a Rusia, donde destacan dos aspectos fundamentales: el acertado oscurecimiento del guión, con un gran manejo de la coralidad y el sentido de lo que importa en una película y el énfasis del director en ello. Y, por supuesto, la impresionante fotografía de Vittorio Storaro, en uno de sus trabajos más recordados. De esa segunda mitad es de donde REDS extrae el anejo material que la eleva extraordinariamente, del entusiasta tratamiento de un tema, el comunismo en su punto y lugar más álgido, que sigue pasando incomprensiblemente inadvertida para los yanquis, a los que tampoco les debe interesar mostrar que hay vida más allá de Kentucky, y lo digo por las chorradas a las que nos hemos visto sometidos hoy con la cosa esa de Tom Cruise, que sigue haciendo caja.
Y... bueno, saludos pese a todo...

4 comentarios:

Crowley dijo...

Pues otra que no he visto pero que me apunto. En cuanto a Diane Keaton, es extraño que no esté como mínimo correcta. Un saludo.

Crowley dijo...

Ya la he conseguido ;) en cuanto la vea te comento (que no sé cuándo será, te lo advierto ya, jejeje)
Un saludo

dvd dijo...

Conociéndote (cinéfilamente, por supuesto), estoy seguro de que la vas a apreciar; puede que se te haga un poco larga, pero tiene momentos sublimes de cine...

Crowley dijo...

Cinéfilamente, por supuesto, jejeje. Ya te diré si la aprecio como dices. Espero que sí. En realidad, muy mala tiene que ser unaa peli para que no le saque aunque sea un momento bueno (que las hay).
Un saludo

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!