viernes, 12 de diciembre de 2008

La verdad tiene mil caras

Hubo un tiempo en el que una gran película se medía, sobre todo, en la capacidad de su director para conjugar la fuerza de una estética propia y reconocible junto a una historia/guión de probada solidez y solvencia, coronando todo esto con un final convincente y rotundo. Si se le puede unir el trabajo de grandes actores y encima se contrata para componer la banda sonora a uno de los mejores músicos de la historia, lo más probable es que nos queden seis o siete películas mitológicas, irrepetibles.
En ANATOMY OF A MURDER, Otto Preminger no necesita hablarnos de personajes ni situaciones fuera de lo cotidiano; antes al contrario, lo primero que vemos es al gran Jimmy Stewart como un abogado de perfil medio, enclaustrado en una pequeña ciudad y dedicado casi en exclusiva a pescar y emborracharse con su peculiar ayudante. Seguidamente se nos presenta una retahíla de personajes-piezas con las que ir completando poco a poco el deslavazado puzzle de un asesinato con un fondo de podedumbre moral que actualmente nos debe sonar bastante. Preminger traza magistralmente cada detalle de cada personaje y con ello el film crece a lo largo de sus casi tres horas sin permitir que decaiga el vertiginoso ritmo narrativo. Así vemos a la masoquista y embaucadora Lee Remick, prototipo de la mujer objeto manoseada por los hombres y carente de todo glamour fílmico, rasgo éste no muy frecuente de ver en este tipo de cine. Mientras, Ben Gazzara es un resentido y violento soldado del que intuímos a través de su feroz mirada cómo se las debe gastar con su gatita cuando nadie está mirando. El incesante cruce de formas y motivos entre todos estos personajes, digamos "en busca de la moral perdida", nos lleva irremediablemente hasta un juicio en el que nada termina siendo como podríamos haber pensado y donde nos damos cuenta (Stewart se da cuenta) de que todo el mundo tiene lo que se merece y pudiera ser que un juicio no siempre esclarezca nada, sino que sólo sea la cara oficial de las iniquidades y desmanes del ser humano... ¿quién sabe?
Saludos anatómicos.

2 comentarios:

atikus dijo...

Atracativa pelicula, con un atracativo James Stewart, atracativas mujeres, y atracativo juicio...atracativo perdérsala ;)

saludos

Vivian dijo...

El puzzle humano del cartel es un buen adelanto de lo que veremos a continuación.
¿Para hacer una gran película? Ni hechos extraordinarios, ni personajes extraordinarios, hacen falta profesionales extraordinarios, como en este caso.
Inmenso Preminger y extraordinaria película.

Un saludo

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!