martes, 10 de septiembre de 2024

Heraldos y parias


 

En un arrebato de coherencia, lo que no me es muy habitual, reparé en el poco tacto para con los mutantes y sus circunstancias varias. La lejana película primigenia apareció allá por el no menos remoto albor de este blog, y es cierto que he ido siguiendo puntualmente el resto de producciones; pero ni las he completado ni dispuse en reagruparlas como es debido, entuerto que pienso arreglar en un par de pinceladas. La primera, X2, de 2003, y también dirigida por el ínclito Bryan Singer, cuando aún mantenía su pico más alto de forma. Magnífica secuela-continuación de aquel sorprendente detonador de todo lo que habría de venir después, en este caso el aumento de metraje juega a su favor, con más espacio para desarrollar la gran cantidad de personajes, cada vez mayor, sin olvidar unas escenas de acción aún mejor rodadas, y que supusieron un canon a seguir. Hay menos protagonismo de Magneto, aunque la escena más potente le pertenece a él; al fin se explicita la compleja relación entre Wolverine y Jean Grey, que culmina el film de forma apoteósica; mientras el resto de personajes se siguen desarrollando en una complicada presentación continua. No habí vuelto a verla desde su estreno en cine, si la memoria no me juega una mala pasada, pero no la esperaba tan potente, actual y bien realizada; indicó el camino a seguir que otros tomaron sin rubor, y al mismo tiempo marcó el declive, personal y profesional, del propio Singer, del que se hace fundamental la separación de vida y obra, bajo el riesgo de perder muchísima perspectiva.
Necesaria, sobria y reivindicable.
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!