sábado, 31 de agosto de 2024

El último baile


 

THE MASQUE OF THE RED DEATH pasa por ser la mejor adaptación que Roger Corman hizo de una historia de Edgar Allan Poe. La más representativa desde luego, y la más recordada e icónica. La recreación del opresivo ambiente de un castillo medieval, gobernado por el depravado Próspero, declarado seguidor de Satán, que reúne a todos los potentados para una orgía sin fin, mientras la población perece de inanición fuera de sus muros. Sin embargo, la misteriosa y letal plaga conocida como "la muerte roja" avanza indiferente, sembrando la destrucción, pero ocultando cuál es el verdadero motivo de su cruel cometido. Un Vincent Price desatado, despótico, aterrador en uno de sus papeles más legendarios oficia como perfecto maestro de ceremonias de esta pesadilla que abunda en la degeneración de las clases acomodadas, pero realmente encerrados ante su propio e inevitable destino. Imposible también pasar por alto el espectacular trabajo de Nicolas Roeg en la fotografía, que es más inquietante cuanto más colorida se muestra, y que me parece un punto y aparte insoslayable en el cine de terror que habría de venir a partir de entonces. 
Imprescindible.
Saludos.

viernes, 30 de agosto de 2024

Perdón por vivir


 

No siempre es fácil narrar el vacío, sea emocional, vital o puramente narrativo (valga la redundancia), so pena de imitar modos, costumbres y tics que impiden hacer avanzar lo que, paradójicamente, habría de ser inmóvil. Hay un cine de la quietud, el ensimismamiento, que aprovecha la perplejidad de unos personajes revertidos a la condición de estatuas, cuando no directamente bustos. En esta corriente, partiríamos desde la desecación formal de Roy Andersson, hasta las casas de muñecas, recargadas y agotadoras, de Wes Anderson; pero, de un tiempo a esta parte, hay una larga nómina de directores adscritos a la independencia más insobornable, que han convertido la economía de medios en seña de identidad, y curiosamente han abrazado esa carestía productiva para erigir su propio discurso. SOMETIMES I THINK ABOUT DYING es un gran ejemplo de todo esto, al contar con una estrella en ciernes, Daisy Ridley, y enclavarla en un rol decididamente pétreo, prácticamente inexpresivo, como si un apéndice del propio Hollywood hubiese sido trasplantado a un trozo de cotidianidad y no supiese muy bien qué hacer ni cómo actuar. A lo mejor me estoy excediendo al interpretar un film modesto y agazapado, como su personaje principal, una joven que pasa sus días en una fría ciudad portuaria, entre un monótono trabajo y una vida repetitiva y solitaria. Su única expectativa consiste en imaginar cómo sería morir, estar muerta, como si su vida sólo tuviese ese propósito. Entonces conoce a un hombre que se acaba de incorporar a su oficina, y su vida podría cambiar, o quizás se dé cuenta de que le es imposible encajar en una vida normal, porque su vida consiste en no encajar. 
Sin términos medios, se trata de una película que irritará a quien no la entienda y entusiasmará a quienes se mantengan alerta ante las historias que desbordan los márgenes. Personalmente, es un buen ejemplo para una posible deriva del cine de bajo presupuesto, exprimiendo cada una de sus posibilidades.
Saludos.

jueves, 29 de agosto de 2024

La familia


 

Sería imposible entender la figura de Alain Delon sin aludir a su importancia fuera de las fronteras francesas, donde era reclamado ya como una de las principales estrellas del cine europeo. La lista es inacabable, pero uno de los mejores ejemplos es ROCCO E I SUOI FRATELLI, o cómo el neorrealismo también podía adoptar las formas de grandes epopeyas de nuestro tiempo, abrazando la tragedia griega y la crónica social al mismo tiempo. La llegada de la familia Parondi, desde el sur de Italia, hasta la industrializada Milán, en busca de un porvenir, nos muestra las miserias de los arribistas y los aprovechados, que contrastan con la candidez de estos cuatro hermanos y su arrolladora madre. Con las oportunidades contadas, el mundo del boxeo se convertirá en la posibilidad de acortar el camino para salir de la miseria, a veces con un coste demasiado elevado. Película única en su especie, obra maestra intemporal de un Luchino Visconti desbordante, dotado de una caligrafía excepcional, brutal y suntuosa, para elevar esta historia de perdedores y abnegados hasta una sinfonía oscura y desesperada. Difícil hablar aquí de un protagonista absoluto, en un impresionante reparto coral, pero no es menos cierto que Delon hace crecer su personaje desde la discreción hasta el héroe trágico que ha de cargar con todos los pecados ajenos. Apenas puedo achacarle una duración quizá excesiva, pero que también es esencial para esculpir un clásico intemporal, y una de las mejores mejores películas de todos los tiempos.
Saludos.

miércoles, 28 de agosto de 2024

Olor a chamusquina


 

Juan Carlos Fresnadillo ya era un director mediocre hace veinte años, un tipo con recursos a rebufo de otros más talentosos, de los que copiaba las ideas principales en un corta y pega impúdico pero resultón. Lo de DAMSEL es algo para hacérselo mirar, pero que ya digo que no ha de sorprender a nadie a estas alturas. Con una ambientación de un cartón piedra digital que parece un videojuego barato, resulta imposible recrear el encanto de otros títulos de fantasía épica, vulgarizando el discurso hasta constreñirlo en un panfletillo buenista e inclusivo que parece escrito por un político en campaña. Un dragón acartonado que habla, una princesa que busca el empoderamiento y casi dos horas de sopor inaguantable, para una de las películas más aburridas de este año, que no es que sea fondo de catálogo de Netflix, sino genuina catacumba pordiosera.
No la vean por nada del mundo.
Saludos.

martes, 27 de agosto de 2024

Religión forzosa


 

Otra de las recientes desapariciones que me han parecido destacadas, ha sido la de la actriz Gena Rowlands; siempre a un paso de ser una gran estrella, pero con un talento natural que la hizo brillar justo cuando otras inician la retirada. Rowlands poseía el magnetismo de un rostro insolentemente bello, del que no se podía apartar la mirada, y hasta en apariciones breves era capaz de llenar la pantalla con ese "dulce salvajismo" que transmitía a sus personajes. Conocida sobre todo por las intensas colaboraciones en los films de su marido, John Cassavetes, le costó abrirse un hueco en Hollywood, y no fue hasta ya entrada en la treintena, en 1962, que tuvo un papel en una gran producción, como fue THE SPIRAL ROAD. La paradoja es que la ambiciosa apuesta de la Universal, en realidad un mamotreto pseudo-evangelizador, quedó apenas como vehículo de lucimiento para un Rock Hudson que se revelaba incapaz de sostener por sí solo un film que parece realizado a pegotones, y deja la impresión de un extraño culebrón de dos horas y media, narrando las aventuras y desventuras de un arrogante médico destinado a las selvas de las antiguas Indias Orientales Holandesas, hoy Indonesia. Cierto que, más allá de la anécdota del debut, el papel de Rowlands se ve relegado al de la abnegada esposa de Hudson, angustiada por la obsesiva dedicación de su marido, y es una lástima que se desaprovechara su enorme carisma. Máxime porque en la dirección estaba Robert Mulligan, completamente perdido en una historia que no consigue manejar, y donde tampoco brilla mucho la partitura de un Jerry Goldsmith que intentaba sacudirse los standards televisivos.
Regular film, tirando a malo, pero que nos sirve para iniciar un pequeño homenaje a una actriz a la que sería de justicia reivindicar bastante más de lo que se hace.
Saludos.

lunes, 26 de agosto de 2024

Sin embrague


 

Creo que hay un solo modo para disfrutar una película como MONKEY MAN. Imprescindible tener vocación de disfrutar de los mamporros gratuitos, la sangre sin medida y las postales icónicas. Sobre todo esto último, porque, de ser algo, el artefacto ideado por el actor Dev Patel para su debut como director, es una explosiva hibridación entre el cine de artes marciales y el impresionismo de una novela gráfica. Sí, el guion es inverosímil, rozando el cachondeo paródico, pero ahí reside su encanto, en despojarse de toda gravedad y ofrecer un espectáculo sanguinolento, que se pasa por el forro cualquier tentación buenista. Y el argumento no puede ser más tópico y sobado, pero Patel no esconde sus cartas y rinde pleitesía tanto a JOHN WICK como a OLDBOY, sirviéndose del espectáculo visual de una India de calles oscuras y cochambrosas, donde el protagonista busca obsesivamente cobrarse una terrible venganza.
Por momentos parece tomarse más en serio de lo que debería, pero es lo suficientemente entretenida como para que nos importe en menor medida.
Saludos.

domingo, 25 de agosto de 2024

Rincón del freak #610: Un homenaje irreverente


 

Sin ser una mala película (a mí me gusta mucho), ni el batacazo económico que la leyenda dicta, lo cierto es que THE RAVEN es, se mire por donde se mire, una ida de olla de Roger Corman que, quien más y quien menos, fue incomprendida y rechazada, lo que ya comprobamos que no detuvo en absoluto el arrollador sistema de producción de su autor. El famoso poema de Poe es aquí poco menos que una anécdota apuntada al inicio, donde el hechicero Craven recibe la visita del misterioso cuervo, aunque el tétrico pájaro le reserva alguna sorpresa, pues se trata de la encarnación del hechicero Bedlo, que arrastra la maldición impuesta por el malvado Erasmus, al que ambos irán a visitar a su apartado castillo. Lo que ofrece el guion de Richard Matheson a partir de ahí es nada menos que una comedia con mínimos destells del terror gótico gestionado por Corman en sus otras adaptaciones del escritor. Pensemos que el breve poema tampoco daba para un largometraje, y que al menos este film nos da la impagable oportunidad de ver reunidos nada menos que a Vincent Price, Boris Karloff y Peter Lorre, que es caviar puro, y que sostienen con gran dignidad una narración que abraza sin ambages la sátira descacharrante, conformando un curiosísimo "proto-spoof", que entiendo que irrite a los canónicos del género, pero a mí me parece un delicioso divertimento sin más vocación que homenajear desde el entretenimiento.
Saludos.

sábado, 24 de agosto de 2024

Los simios del planeta


 
Me permito una breve y superficial reflexión respecto a KINGDOM OF THE PLANET OF THE APES...
¿En qué momento decidimos dejar de exprimir una naranja?...
El camino de esto de los simios tenía su gracia por dos motivos: los avances técnicos sustituyendo a un brutal trabajo de maquillaje y el mucho tiempo transcurrido desde que la naranja dejó de dar zumo. Esta entrega, que promete, mucho me temo, no ser la última, tiene la virtud de no pretender ser trascendental, primando el trasiego aventurero a la búsqueda descarada de públicos cada vez más jóvenes. Hasta ahí, porque lo que obtenemos son dos horas y cuarto en las que pasan muy pocas cositas, excepto una incesante retahíla de guiños, que son cansinos para los avisados y crípticos para los neófitos. Hasta una banda sonora ramplona como la de John Paesano se permite el lujo de copiar (literalmente) pasajes del gran Jerry Goldsmith, que a mí me parece sintomático.
Pastosa, apesadumbrada como ella sola, mortalmente aburrida y con la sensación de haberse desperdiciado muchos recursos, muchas fuerzas y todas las paciencias.
¡Paren ya, hombre!...
Saludos.

viernes, 23 de agosto de 2024

Prohibido enamorarse


 

De Alain Delon se podrán decir muchas cosas en el futuro. Si tenía grandes dotes interpretativas, un gran carisma, o si desprendía como nadie el aura de las estrellas. No lo sé, pero Delon era un símbolo, la perfecta encarnación del galán irresistible, y por ello altivo, distante, lo que le sirvió para labrar una interesantísima filmografía, que tanto alternaba los trabajos comerciales con impagables colaboraciones al lado de grandes autores. Daremos un pequeño repaso a sus películas, algunas, todas interesantes, incluso reveladoras, que nos servirán como homenaje tanto como semblanza de una figura polémica, irrepetible y parte activa del Olimpo fílmico de todos los tiempos. Comenzando en un lejano 1958, en el que Delon firmó uno de sus primeros papeles protagonistas. En CHRISTINE, y junto a una también jovencísima Romy Schneider, interpretaba a un teniente alemán que mantiene un peligroso romance con la mujer de un poderoso aristócrata, pero por casualidad se cruza en su camino la joven Christine, hija de un modesto músico, de la que cae perdidamente enamorado. Atrapado entre el deseo de abandonar a su amante, que no se lo pondrá fácil, y casarse con su amada, el carácter de su personaje se va oscureciendo al mismo tiempo que el tono de la película, falsamente jovial, y que desemboca en un final realmente jodido, por mucho que el almibarado Pierre Gaspard-Huit intente enfatizar el lado romántico de la extraordinaria obra de Arthur Schnitzler, "Liebelei", que conoció una magistral adaptación 25 años antes, a cargo nada menos que Max Öphuls. Aun así, es una película que mantiene el buen tono, y en la que ya se adivinan muchos de los modos interpretativos de Alain Delon.
Saludos.

sábado, 3 de agosto de 2024

Veoveo


 

Es curioso que una de las películas del Corman sesentero que peor ha resistido el paso del tiempo sea THE MAN WITH THE X-RAY EYES. La premisa argumental es apasionante, y Ray Milland compone un personaje realmente icónico, bastándole su carisma y dos pares de lentillas para convencernos de su terrible tormento interior. James Xavier (oportuna la X) es un científico que vive obsesionado con la fabricación de un suero que otorgue una "visión total", semejante a los rayos X, que resolvería multitud de problemas médicos. Por supuesto, el asunto se le va de las manos, y Xavier, repudiado por sus compañeros, decide continuar la investigación por su cuenta, buscando financiación con los métodos más dispares. Entre ellos, convertirse en un estrafalario vidente de feria, una especie de curandero o hacer saltar la banca en un salón de juegos. Con todo, hay momentos "puramente Corman", como el pobre Milland sin saber dónde meterse en mitad de una fiesta... donde de repente todo el mundo está desnudo delante de él. No es un desastre ni mucho menos, y ha legado imágenes icónicas, además de un final enigmático y espeluznante.
Saludos.

viernes, 2 de agosto de 2024

Callarsus


 

Hoy muy breve. Como no hay dinero para gastar en guionistas, éste va a los efectos digitales. A partir de ahí, ya sabemos que uno de los productores es Michael Bay. Todo correcto. El guion: "A la pobre Madre Tierra la vuelven a invadir por Norteamérica, que debe ser el triángulo de las Bermudas de los GPS's extraterrestres. De nuevo, resulta que los invasores son seres que ni siquiera se visten; sólo corren, golpean y machacan cosas. Otra vez, ingenuo de mí, me hago la vana idea de que precuela significa que te van a explicar el porqué de los porqueses". Nasti. Lo que funcionaba en las dos de Krasinski era tirarnos directamente al pozo de los demonios, sin explicaciones ni leches; poniendo diamante en esos momentos de tensión imposible, que lograban que no estuvieses preguntándote cosas. 
O: en el apocalipsis verás que una mujer enferma de cáncer es capaz de hacerle recortes a estos brutos ciegos, con tal de salvarle el pellejo a su gato...
A QUIET PLACE: DAY ONE. Por favor, contraten guionistas y dejen de tocar los huevos, que las palomitas están tela de caras...
Saludos.

jueves, 1 de agosto de 2024

Agua envenenada


 

Otra película que ya me extrañaba no haber hablado de ella, pero que por estas cosas del destino me sirve para redondear el mínimo homenaje a la figura de Robert Towne, con el que creo que fue su trabajo más redondo. CHINATOWN es, ante todo, guion; guion perfecto, serpenteante, inasible, libre en su vocación por asirse con convicción a los clásicos, para seguidamente adoptar una modernidad rabiosa. Es, también, un prodigio de dominio en la dirección de Roman Polanski en estado de gracia, con un ritmo que igual parece pausado como hace saltar por los aires una trama endiabladamente compleja, con un antihéroe zarandeado, vulnerable pero obstinado por llegar al fondo de un misterio que se hace cada vez más oscuro. En uno de sus trabajos más contenidos (y no es poco señalarlo), Jack Nicholson navega entre la picaresca y la integridad, moviéndose en un mundo putrefacto de intereses y apariencias, donde parece que todo puede valer si se dejan los escrúpulos de lado. Una obra maestra que cumple ya 50 años, y que supone el manual vívido de cómo construir una historia hipnótica, de infinitas lecturas semánticas. Recuperarla es recuperar la cumbre de un guionista irrepetible.
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!