miércoles, 22 de noviembre de 2023

Raoul Walsh. Escribir la Historia #58


 

Western flojito, un poco deshilachado, con un Rock Hudson que no le coge el aire a su personaje, que hubiese merecido un actor más atormentado, pero la Universal imponía a sus estrellas emergentes, en una eterna búsqueda del gran bombazo. THE LAWLESS BREED parece un relato de altos vuelos, abarcando varias décadas de un tipo que a mí me parece de dudosa moral, pero que curiosamente es presentado como el gran héroe. Jugador, aspirante a pistolero, sin oficio conocido, y además con varios muertos a sus espaldas, huye de un padre fundamentalista, se enrola con su tío ganadero, mientras los federales le van persiguiendo de estado en estado. Supuestamente estaríamos ante una de esas apasionantes biografías de época, pero que hubiese necesitado un presupuesto más holgado y un guion mejor escrito. No todo puede ser fiarlo a Raoul Walsh, que dicho sea de paso, tampoco obtiene aquí su trabajo más inspirado.
Saludos.

2 comentarios:

Teo Calderón dijo...


Por supuesto estoy de acuerdo en que esta cinta no se encuentra entre los mejores trabajos de Walsh. Tan solo logra colocarse en el nivel de un modesto western de vigorosa y escueta narrativa en torno a la figura del famoso "bad guy" John Wesley Hardin.
Fue, eso también, una de las primeras oportunidades protagónicas que la Universal proporcionó a uno de sus más prometedores pupilos, el joven Rock Hudson.
Un saludo.

dvd dijo...

Walsh mantenía, desde los años 30, un ritmo de producción impresionante, fruto de su dominio de los tiempos como director. Nada de "buscar la inspiración", sino que ésta te pillara trabajando. No es difícil ver cómo, normalmente (y si exceptuamos años prodigiosos, como 1941 o 1949), se rodaba un film deliberadamente comercial, "para la gran audiencia" (aunque esto no tenía entonces el mismo sentido), lo que dejaba un margen de maniobra mucho más ancho entre el estudio y el realizador, que simultaneaba proyectos más arriesgados y personales. Era el encanto de un sistema menos encorsetado, probablemente impulsado por unas audiencias menos fluctuantes que, por ejemplo, esta era de las plataformas audiovisuales. Es por lo que Walsh (tanto como Ford, Hawks, Hitchcock, Lang o Curtiz) es considerado un maestro, por la humildad a la hora de afrontar diversos paradigmas con la misma profesionalidad y respeto hacia los espectadores.
En cuanto a Rock Hudson, tienes razón, era aquí un incipiente pipiolo, con un gran potencial como futura estrella, pero al que se nota desubicado como actor principal. Ya tuvo un breve papel, sin líneas de diálogo, en ESCUADRÓN DE COMBATE, aunque ya desde entonces tenía ese aura de los actores que trascendían, casi sin quererlo, en estrellas de cine. Reconozco que nunca ha sido un actor que me entusiasme, como si siempre le faltara un peldañito en comedia, drama o acción; y siempre hago la comparación (algo injusta) con Cary Grant, Gregory Peck o Gary Cooper, a los que considero ampliamente por encima suyo. Aquí cumple a duras penas, pero entiendo que su tirón entre el público femenino fue lo que le dio la mayoría de sus papeles protagonistas, por mucho que después la historia se desenvolviese con ironía... Una leyenda, en todo caso.
En fin, muchas gracias por comentar y un saludo.






... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!