sábado, 9 de septiembre de 2023

Olvidar el aniversario


 

A los cuarenta años, alguien decidió que era hora de hacer una versión de STRAW DOGS. Por motivos que ignoro, más allá del posible homenaje, este film de 2011 no es más que un refrito aplicado, obediente y dedicado, pero carente de alma y esencia propias. La acción se trasladó desde el brumoso norte de Inglaterra hasta el sudoroso Sur estadounidense, en un emparentamiento que no diría que fuese afortunado. James Marsden intenta emular sin éxito a Dustin Hoffman, pasando de ser un astrofísico a guionista, mientras la insulsa Kate Bosworth pasa desapercibida con un único registro, en un burdo intento de "limpiar" la ambigüedad moral del de Susan George. El descubrimiento, sin embargo, fue un incipiente Alexander Skarsgard, que termina siendo lo mejor de esta dsvaída función, correctamente realizada, pero más bien olvidable e, insisto, completamente prescindible.
Hasta el cartel era calcado...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!