domingo, 26 de junio de 2022

Rincón del freak #513: Apropiaciones indebidas por la puta jeta


 

La historia de las catacumbas fílmicas está repleta de historias curiosas, abominaciones que se hicieron pasar por películas, cuando todo aquello no era más que un cachondeo sin aptitudes artísticas, con el que, de paso, intentar lucrarse un poco, e incluso aspirar a que el burro acertase a tocar la flauta. Hay cientos de miles de gilipolleces de inexistente presupuesto, con ignotos intérpretes, equipo reducido a la mínima expresión y maquillajes de tanatopraxia. Nos referimos, claro al género terrorífico, que siempre ha sido el más dado y dispuesto a tirarse a la piscina en estos asuntos. El de hoy es un título de los de muy abajo, de una intrascendencia insultante, pero que contiene una curiosa intrahistoria, que hoy día creo que sería impensable. MEATCLEAVER MASSACRE (que ya es explotadora desde el título) contaba las vicisitudes de un tipo que enseñaba cultos olvidados en la universidad (como lo oyen), al que le cogen tirria inexplicable un grupo de macarras, que ya me dirán qué hacen ahí, aunque tampoco me explico a ese docente. Total, que sin mediar palabra, los guajes se plantan en casa del profesor y se cargan a la familia entera (perrete included), y al susodicho lo dejan en un estado catatónico, mediante el que puede invocar a un dios demoníaco que no sale por motivos presupuestarios, excepto muy al final, sólo para descubrir que es un Yeti verde... Anyway, porque yo vine aquí a contar la anécdota. Ésta coloca nada menos que a Christopher Lee como protagonista de esto, pero Lee no sale tampoco, sino que su voz narra pasajes que podríamos deducir que tienen algo que ver con esta bazofia. Lo cierto es que el gran actor británico fue víctima de una estafa, ya que fue contratado como actor de doblaje, pero usaron su voz sin permiso. Cuando se enteró, inició una demanda que duró varios años, pero el daño estaba hecho, el film siguió usando su privilegiada voz, y, francamente, nos da un poco igual, porque esta película, o lo que sea, no la conoce ni el tato...
Hala...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!