jueves, 31 de agosto de 2017

Faltan piezas



Y, sí, vi THE LEGO BATMAN MOVIE, y sin ver la otra... ¿LEGO MOVIE se llamaba? Los motivos son obvios, porque reconozco que el tema de Lego nunca me ha subyugado tanto, ni como juguete ni en su versión animada. Esperaba, sobre todo, un guion más afilado y cáustico, pero la Warner ha optado por acercar el producto a los más jóvenes y no salirse en demasía de la tangente, así que ésta es una pormenorizada zarabanda espídica de un hombre murciélago que ha de suplir la solemnidad (es un muñeco) con una actitud, más que oscura, ególatra, rozando incluso la mala educación. Parece un contrasentido, pero no lo es si se analiza con detenimiento. Vivimos tiempos en los que la puesta en evidencia de según qué valores carece de objetividad, y Batman ha cambiado mucho con el tiempo, pero no le recordaba ni lo chabacano ni lo soez de un vulgar cuentachistes. Queda claro que la clave de comedia le sienta regular, y aunque hay multitud de guiños que pasan por inteligentes, me queda la sensación de que sólo caben dos espectadores tipo para esta propuesta tan definida, fanáticos de Batman o fanáticos de Lego. Y yo no soy ni una cosa ni la otra...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!