miércoles, 16 de abril de 2014

Los detectives salvajes



Como saben muy bien los que por aquí me leen, siempre he sido muy reticente al formato de serie televisiva, no por el producto en sí, sino por una pereza que no me permite adjudicarle a algo que se extiende en el tiempo el mismo valor que a una obra que no necesita fragmentarse para poder verse. No siento cátedra sobre esto, se trata simplemente de una cuestión de preferencias. Y ahora me permito recomendarles a todos ustedes TRUE DETECTIVE, una serie de la HBO que está literalmente revolucionando este mundillo (de modos un poco hipsters, creo yo) gracias a un triunvirato que cualquier cinéfilo debería agradecer. Por un lado tenemos una escritura que recuerda por igual a las novelas pulp y al cómic autoconsciente de Moore, Morrison o Gaiman, extrayendo de ambas fuentes una oscuridad malsana y que genera la mayor parte de sus aciertos... y no son pocos. Se ha escrito mucho y más que se va a escribir, y es merecido, porque además de este excelso e intrincado guion firmado por Nic Pizzolatto, debemos sumar una dirección a la que no le tiembla el pulso, por parte del director Cary Fukunaga; y yo le añadiría dos decisiones (supongo que peleadas con producción) que me parecen estupendas: aumentar la duración por capítulo (una hora cada uno) y dejar cerrada la temporada con ocho segmentos, por lo que se trataría de una serie contenedora de series, con temporadas autoconclusivas. En el apartado interpretativo, Matthew McConaughey (sí, el hombre del momento) y Woody Harrelson consiguen dos iconos que van a permanecer en nuestras cabecitas durante mucho tiempo. Uno es un verdadero sabueso humano, metódico, inteligente, culto, nihilista, indomable, pero con una edicación plena a su trabajo, que no es contentar a sus jefes sino buscar la verdad en un mundo repleto de mentiras; el otro es un hombre que intenta conciliar, a duras penas, su faceta como padre y esposo con un incontrolable lado oscuro que es incapaz de reconocer.
Yo soy de la opinión de que, una vez vistos los ocho episodios, es mucho más fascinante la exposición de estas dos personalidades a lo largo de los diecisiete años que van desde su comienzo como pareja de detectives de la policía de Louisiana hasta su encuentro final, ambos ya fuera del cuerpo y con sus vidas lejos de cualquier ideal. Mucho más que, efectivamente, la excusa argumental que nos permite disfrutar de dos personajes tan bien construidos como Rust Cohle y Marty Hart. Este comienzo de TRUE DETECTIVE nos guiará por un laberinto de ritos ocultos, oscuros y remotos parajes y un sinfín de personajes y tramas; y puede que no le haga mucho bien la cantidad de cabos sueltos que quedan, al igual que una resolución polémica y que no ha contentado a todo el mundo. Pero insisto: se trata de otra manera de enfocar la manera que hasta ahora teníamos de visionar y asimilar las series de televisión, para mí más cercano al largometraje y, lo que es más importante, con un grado de profesionalidad al servicio de algo que en las series televisivas se suele dejar de lado: la verosimilitud.
Así que sólo me queda decir: altamente recomendable.
Saludos.

2 comentarios:

ricard dijo...

No vi los dos primeros capítulos y ahora me da pereza engancharme. Quizás la deje para una reposición, como he hecho con Breaking Bad. En cualquier caso, series como éstas, como Mad Men, o como Juego de Tronos, han elevado el nivel de las producciones televisivas muchísimos enteros. Saludos.

dvd dijo...

Ésta se ve muy fácil, porque son sólo 8 capítulos que empiezan y acaban. Por eso y por disfrutar de unas interpretaciones (sobre todo dos) absolutamente memorables...
Un saludo...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!