lunes, 24 de julio de 2023

Landa en Albión


 

A propósito de Jane Birkin, me he acordado de un film muy curioso, muy olvidado y que supuso prácticamente la primera aparición de la actriz británica en pantalla. Es verdad que Birkin, con apenas 19 años, tenía una presencia testimonial de escasos minutos y una sola línea de diálogo, pero una cosa lleva a la otra, y refrescar un título nos puede deparar más de una sorpresa. THE KNACK... AND HOW TO GET IT es uno de los títulos fundamentales del swinging london, en tanto que remarcaba una tendencia al reivindicar a una juventud alocada y enfrentada a la conservadora generación de sus padres. Lo curioso proviene del auténtico trasfondo de un guion desfasado, sensacionalista y pocas segundas intenciones. Con mucho de la estética del Godard o el Truffaut de aquellos años, pero casi nada de su inteligente discurso, lo que yo he visto esta vez (calculo que hacía 20 años que no la veía) es el mismo reaccionario, machista y baboso "informe de daños", con la única diferencia de la edad de los protagonistas. Como si de una personalidad pujante se tratara, vemos a Colin, un mojigato profesor, que carece de herramientas sociales, pero al que acucia una preocupante obsesión por el sexo (opuesto); Tolen, en cambio, es un seductor kilométrico, de formas hieráticas y una colección de faldas menguantes en su haber, cuya misión será introducir a Colin en los secretos del folleteo sin compromisos.Richard Lester, norteamericano que hizo toda su carrera en Inglaterra, venía de implantar la estética videoclipera en los dos largos de los Beatles, cuando aún no se sabía qué diablos era eso. El resultado es una comedia alocada, sesentera, ingenuamente vanguardista, pero cuyo discurso venía a ser esencialmente el de las hormonas disparadas olfateando bragas con tartamuda dominación de macho. Desconozco si la palabra "rape" pudiese estar contextualizada de algún modo alternativo, pero el desnlace nos muestra a una Rita Tushingham encantada de haber sido violada mientras yacía inconsciente... Ejem...
Se ha quedado antigua, una antigualla curiosa.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!