viernes, 13 de mayo de 2022

El cinéfilo ilustrado #17


 

El ejemplo perfecto para entender la errática deriva de Peter Bogdanovich en los años 90 está en TO SIR, WITH LOVE 2, extrañísima y muy tardía secuela de aquella otra (nada menos que de 1967), en la que Sidney Poitier clavaba el rol de profesor de instituto, severo pero dialogante, que intentaba enderezar el rumbo de unos alumnos a los que las instituciones daban por perdidos. Filmada para la televisión, se trata de una película impersonal y funcional, con aspecto de estar hecha a toda prisa por alguien con menos talento, y posiblemente con la única misión de reverdecer a Poitier, y demostrar que aún podía tener gancho. El resultado es telefílmico en el más amplio sentido de la palabra, con actuaciones de saldo y un tufillo a doctrina barata que tira para atrás. Por salvar algo, además de su protagonista, está el arranque, nostálgico, que mezcla imágenes de la otra película con ésta, en la jubilación del señor Thackeray, que lejos de tener un retiro plácido tras 30 años en prestigiosas escuelas londinenses, acepta la llamada de un antiguo amigo, que sólo ve en él a la única persona capaz de hacer algo con una clase especialmente problemática, en un cochambroso instituto de Chicago. Una rareza, o un tropezón insoslayable, que uno es incapaz de ubicar en la filmografía de su director.
Cosas veredes...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!