jueves, 15 de febrero de 2018

Escribir el tiempo



¿cómo se puede filmar el paso del tiempo? ¿O el tiempo mismo? ¿Cómo puñetas se hace para que la imagen vista sea intemporal, y al mismo tiempo nos muestre el paso de los minutos, las horas, los años, los siglos?... Es un reto inalcanzable, creo yo, y así debe seguir siendo, pero nos quedan las emociones como manecillas desplazándose, la humanidad como segundero implacable, despidiéndose de sus propias huellas y celebrando lo irrisorio de su curso. Yo no puedo más que rendirme ante una obra maestra insólita, inabarcable y fascinante, probablemente, y sin que lo sepamos aún, una de las obras cinematográficas más maravillosas que un maestro como Marco Bellocchio ha tenido la gentileza de legarnos para siempre. SANGUE DEL MIO SANGUE no puede ser descrita, ni como fantasmagoría, ni como poema, ni como fino historicismo; si acaso, lo que más podrá acercársele sería la audacia y el anhelo de retener la imagen última, solo que a través de ojos que han visto demasiado. Tenemos brujas enamoradas, quizá condenadas por ello,pero mucho más pías y humanas que los hijos de puta que se dedicaban a ahogarlas, a quemarlas o emparedarlas. Tenemos vampiros que se han hecho viejos, y que creen ver rastros de glorias pasadas en un rostro joven, que le recuerda que, por mucho que se empeñe, ya no está ahí. Tenemos a las personas que creen estar haciendo lo correcto cada vez, mientras escriben un par de líneas de la Historia antes de diluirse, sin saber que casi todo ha sido erratas. Tenemos, en definitiva, una película inasible y abismal, pero curiosamente cálida y cercana, muy lejos de estratagemas puramente esteticistas. Y tenemos, de eso estoy seguro, a uno de los directores más importantes de Italia aún haciendo maravillas como ésta... No la dejen pasar.
Saludos.

3 comentarios:

ricard dijo...

No he visto la película pero estoy de acuerdo en tu valoración sobre Bellocchio.

Saludos.

dvd dijo...

Tienes que verla...

Mister Lombreeze dijo...

Brutal (4. adj. Muy grande.), casi tanto como "Vincere". La libertad creativa hecha Cine.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!