miércoles, 5 de mayo de 2010

La conjunción de los astros

Si de sopetón nos pidieran urgentemente un título que, a modo de anillo "tolkienano", fuese capaz de reunificar prácticamente todos los criterios cinéfilos, sin dejar insatisfecho a ninguno y, encima, dar un taquillazo y, por si fuera poco, rendir a la Academia recibiendo nada menos que siete estatuillas... francamente, no lo duden porque no hay otra... Hablamos de THE STING.
Todo funciona a la perfección en la segunda reunión que George Roy Hill preparó con mimo exquisito para Robert Redford y Paul Newman tras el espaldarazo de BUTCH CASSIDY AND THE SUNDANCE KID. Parecía una locura volver a repetir dicho éxito, pero todo encaja a la perfección en esta maravillosa película sin género, o que es capaz de tocar varios géneros a la vez sin que el conjunto se resienta un solo ápice. THE STING es comedia, porque narra las vicisitudes de un par de estafadores en mitad de la Gran Depresión, al más puro estilo del primer cine mudo, donde resuenan con fuerza ecos de Keaton y Chaplin. Es riguroso cine histórico, celoso de cada detalle y comprometido exhaustivamente por ser fiel a la época que narra con una precisión envidiable. Es genuino cine de aventuras, con algunas escenas (sobre todo las persecuciones) que me gustaría ver cómo algún lumbreras actual sería capaz de resolver con los habituales despropósitos digitales. Es un impecable trabajo de actores, con una pareja de protagonistas a los que sólo se les puede llamar soberbios y que no ganaron el oscar (Newman ni siquiera estuvo nominado) por nimiedades tales de aquella época como que el ganador fue un tal Jack Lemmon y por allí asomaban desconocidos como Jack Nicholson, Al Pacino o Marlon Brando... Pero THE STING es también un emocionante y sentido drama, que usa su ingeniosa y enrevesada trama para manejar a su antojo al espectador y llevarle totalmente entregado a un desenlace absolutamente genial y que te dan ganas de aplaudir como un niño en el circo. La pura emoción de una película inmortal, un título de esos que muchos califican de intocable y un clásico con letras de oro, una lección de cine en toda regla que es como un chorro de oxígeno eternamente renovable. Y, por si no fuese suficiente, esa bendita banda sonora...
Saludos entre colegas.

6 comentarios:

elprimerhombre dijo...

Eso, esa bendita banda sonora. Como bien ha dicho, no sólo es entretenida, los actores están brillantes (el tándem Newman-Redford es magnífico), el guión es inteligente y el ritmo de la historia es el que tiene que ser.
Y si no me equivoco, el actor Robert Shaw (que es el malo de la peli) iba cojo de verdad cuando rodó la película y eso le fue bien para su papel.

En definitiva, un clásico en toda regla.

Un saludo!

dvd dijo...

Sí, me olvidé de mencionar a los secundarios, que están cojonudos... Shaw era un duro de los de verdad...

Eduardo dijo...

Se puede decir algo?

dvd dijo...

Claro... Usted siempre puede (y debe) decir lo que le salga del cachirulo...

Eduardo dijo...

JJAAAAAAAAAAJAJAJAAAA
LA mejor respuesta que me han dado en mucho tiempo... Lo que pasa es que ni me atrevo a hablar de esto. Todo el mundo la ha visto 100 veces y es la demostración filmada de que existe esperanza en el buen gusto de las masas. Ahí queda eso.

dvd dijo...

No, si lo de "buen cine" existe... muy de vez en cuando pero existe...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!