domingo, 5 de mayo de 2024

Rincón del freak #597: Colmillos de plástico


 

Rareza con ínfulas, exploitation bouquet, colgadera etílica o simple marraneo gabacho. Si la hubiese hecho Jesús Franco estaría muy bien hecha, pero igual me recuerda a algún highlight de Mariano Ozores. La única película dirigida por Pierre Grunstein, productor de cine patatero, erotómano consumado y oportunista ocasional, es ese tipo de películas que aquí se pasa en horario infantil por motivos ignotos, pero en el país de la baguette acumula paladas de ostracismo por cuestiones que pasamos a detallar. Desde el título, TENDRE DRACULA, intuimos el cachondeo desde el bizarro arranque, con dos tipos desaseados corriendo por una especie de estudio con el reprise de Benny Hill, hasta que su jefe les ordena, cuales Mortadelo y Filemón, a visitar a un mítico actor que ha perdido la chaveta, adoptando la identidad del vampiro que lleva décadas interpretando ¿El motivo? Da igual. El motivo es ver a Peter Cushing travestido (al fin) de Christopher Lee, mientras disfrutamos gratuitamente de la anatomía de señoritas varias, entre ellas una supono que engañada Miou-Miou. Mezcla lisérgica entre LA SOMBRA DEL VAMPIRO, EL LIGUERO MÁGICO y un videoclip de los Residents, es una ida de olla netamente situacionista, como si se hubiera rodado en una reunión de colegas borrachos; pero como es francesa, elude el desastre con algunas escenas imaginativas y/o postales de gótica urdimbre. 
Es rara, soez y tampoco tiene mucha gracia, y no invitaría a nadie a verla, so pena de perder su amistad o algún miembro amputable...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!