miércoles, 15 de mayo de 2024

El hombre y la máquina


 

Con maravillas como ROBOT DREAMS, virguerías visuales como KOMADA o la sorprendente distopía futurista de MARS EXPRESS, puede que el premio a mejor animación haya sido el más controvertido del festival de Sitges. Pero más allá de polémicas y "palmareses", me fijo en este último título, magnífica ópera prima de Jérémie Périn, que es capaz de superar la inevitable comparación con BLADE RUNNER, obteniendo un cuerpo sumamente atractivo que bebe en lo técnico de clásicos como AKIRA o GHOST IN THE SHELL, mientras enarbola un argumento puramente noir, aunque con emocionantes guiños a grandes clásicos del cine negro e incluso el TERMINATOR de Cameron. Para nada un producto vacío, la historia nos lleva hasta Marte tras la despoblación absoluta de un inhabitable planeta Tierra, donde la detective Aline y su ayudante cibernético Carlos han de encontrar a una informática, poseedora de un descomunal secreto, antes de que una organización criminal se haga con un descubrimiento que podría cambiar la vida de los seres humanos. El film funciona perfectamente en dos direcciones, en una factura técnica impresionante, que adopta maneras del anime futurista hecho a mano, mientras despliega una imaginería netamente europea; al mismo tiempo, su guion no decae con un ritmo frenético aunque inteligible, y culmina en un clímax final casi a la altura de la obra maestra de Ridley Scott, que son palabras muy mayores. 
Lo mejor, este año, no se premió, y sigo dándole vueltas...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!