sábado, 10 de febrero de 2024

Motivos estrictamente personales


 

THE KILLER no es la mejor película de David Fincher, tampoco la peor. Podría ser mala por dos o tres detalles tremendamente gruesos, que ni siquiera encuentran el consuelo del humor. Ésta es una de las películas más circunspectas que he visto recientemente, y es jugársela a que tienes muy claro todos tus movimientos. Es la historia de un asesino a sueldo, aparentemente infalible, pero que falla. Son las consecuencias derivadas de ello, los daños colaterales. Pero ante todo es una crónica interior. Como si Fincher necesitara explicar los motivos por los que el protagonista hace lo que hace, esto produce un extraño efecto de repulsión magnética. No puedes apartar la mirada de lo que está sucediendo, en un trabajo de montaje milagroso, pero las palabras terminan por ser redundantes en un tipo tan lacónico y frío. Por tanto, creo que la narración va por un lado y el espíritu ofrendado de la misma (su "cuerpo inerte y suspendido") por otro, siendo lo primero de prodigiosa agilidad y lo segundo un lastre más propio de principiantes, impropio de su autor. THE KILLER no es nada original, y ni se molesta en ocultar sus referencias, malgastando el homenaje a golpe de cliché. Prefiero quedarme con el trabajo del cineasta ensimismado, quizá sólo preocupado de aportar su grano de arena a un género, el de los asesinos a sueldo, saturado de propuestas a estas alturas. Incluso Fassbender parece estar interpretando un personaje indeterminado, a lo mejor un psicópata creyéndose un asesino, o, peor aún, al revés. 
Película notable, película difícil, película que no hacía falta y película destinada a ser injustamente tratada en su tiempo y reivindicada con lamentos en un par de décadas. Veremos.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
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