jueves, 2 de febrero de 2023

Ausencia de fidelidad


 

Para no extendernos demasiado, diremos que THE PRICE WE PAY es una película producida por dos actores con serias dificultades para obtener papeles de alguna relevancia, viéndose desplazados por la apisonadora de las nuevas generaciones. Hasta ahí, esta descarada serie B puede tener su encanto, oficiando de versión indulgente de ABIERTO HASTA EL AMANECER, con la que tiene más de una similitud. Es más cosas, pero casi ninguna funciona como debería, y el thriller que flirtea con lo sobrenatural acaba por sucumbir a un slasher garrulo en el último y ya desquiciado tercio, donde asoma con descaro cierto tipo armado con una sierra mecánica. Pudo verse en Sitges, en una de esas sesiones medio enterradas en horas intempestivas, y aun allí la pregunta era cómo diablos había acabado un señor con cierto prestigio en el fantástico japonés (sólo diré AZUMI) enrolado en esta especie de broma privada entre colegas, que le hubiese ido mejor a un director novato. Yo tengo la sospecha de que la dirigió teletrabajando...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!