lunes, 8 de agosto de 2022

Palabras sin eco


 

Y entonces llega Joe Wright y hace CYRANO. Y este Cyrano, qué quieren que les diga, pues será muy moderno y muy rompedor y muy lo que sea, pero también es muy aburrido. Y no el Cyrano interpretado por Peter Dinklage, que es tan buen actor que es capaz de hacer suyo cualquier personaje que le echen. No, este Cyrano es muy aburrido porque son dos horas en las que nos importa un pimiento lo que pase, tanto si es una cosa como la otra. Todo se reduce a poner a los personajes principales a parlotear en primer plano, mientras en el fondo se desarrolla algo que no tiene nada que ver, pero que sirve para admirar los trajes, el mobiliario, las velas, las paredes... CYRANO, este Cyrano, procura no salirse de la relación fondo-forma, por mucho que se nos quiera hacer pasar su discurso formal por atrevido. Yo no lo veo así por ninguna parte, ni en la consabida historia de amor malentendido, con una Haley Bennett que te dan ganas de mandarla a tomar viento; ni tampoco en unos tramos musicales descafeinados, con unos temas que parecen una lista aleatoria de Spotify. No sé, es una rareza que no ha visto nadie, y es un coñazo para quien la ha visto, y confirma que Joe Wright se lo tiene muy creído, y que ni había inventado nada antes, ni ahora tampoco. Yo, desde luego, no me atrevo a recomendarla... excepto para iniciar una plácida siesta...
Saludos.

No hay comentarios:

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!