viernes, 26 de noviembre de 2021

La escopeta de la feria


Aquí, en mi ciudad, tenemos un dicho que alude a la supuestamente cuestionable honradez de los regentes de puestos en la calle del Infierno, sita en el Real de la Feria. Más concretamente en ese callejón, estridente como pocos, donde se arraciman los desafíos de habilidad. Remolques de contrachapado, con un fondo inenarrable de peluches, y un señor que escupe mantras persuasivos para que ganemos el que no cabe en el coche, a base de tirarle a finísimos mondadientes con unas escopetas de aire comprimido, cuyo eje direccional se diría levemente desorbitado. Hecho éste, que unido a las copas de más que uno siempre lleva en dicho lugar y fecha, hace que los jurdeles nunca basten, acaso para un llaverín, que además nos suele tocar del otro equipo de la ciudad, lo que desemboca finalmente en la búsqueda del churro y/o buñuelito con su cacao hirviente esperando a derramarse por los castigados esófagos. Se usa la frase para designar a ese creído de su propia pompita, que no llega a petimetre de tertulia barata, y cuyos parlamentos son tan erráticos y desatinados, que sólo merecen comparación con las carabinas esas. Bien, pues Neill Blomkamp ha ostentado el dudoso honor de presentar el film más desastroso en Sitges; una cosa llamada DEMONIC, que parece hecha con los recortes de varias teleseries, y que en su empanada mental incluye (ojo): posesiones demoníacas, asesinas en serie en coma, treintañeras que con su primer trabajo tienen un palacete, cuarentonas que nos quieren hacer pasar por adolescentes, exorcistas con el síndrome de Mortadelo, ciudades donde no vive nadie (o al menos no salen a la calle), monstruos hechos con lo que sobró del carnaval. Y atención: simulaciones virtuales a lo The Sims, que no logré atisbar para qué servían, pero que pretendían ser la quintaesencia del adelanto tecnológico ¿Que por qué no es un desastre total, e incluso puede y debe tener su público? Porque, en su torpeza, Blomkamp al menos es honesto y no se las quiere dar de autor, sino de admirador de series B que no disimulan su carencia de medios, que aquí son muchos. Esta película es cutre, lo sabemos, pero el año que viene volveremos a intentar tumbar ese palillo, y fallaremos...
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!