domingo, 27 de marzo de 2022

Rincón del freak #500: Hemiplejia de una poética desordenada


 

No sé qué diablos pinta DRIVE MY CAR en los oscar, pero su inclusión me ha dejado perplejo por muchas razones. La principal es cómo se le ve el plumero a la Academia de Hollywood cada vez que pretende "lavar" su imagen. Da igual el cupo de películas a concurso, el reparto de nominaciones o los vasos comunicantes con otros festivales (si es que los oscar son un festival, claro). Es notorio y cristalino el envainado en estos casos, que por un lado parece ansiar el nuevo PARASITES, y por otro dar un codacito de complicidad a Europa. No era la película, porque de ser un gran film, DRIVE MY CAR debería ganar de calle, aunque sólo sea por lo difícil que es ver algo así en este certamen. Pero no. Ryûsuke Hamaguchi, director de cierta trayectoria, no tan reconocida como debería, ha tirado de manual del "buen asiático", que consiste en realizar una película en la que todos los acontecimientos se encuentran supeditados a una reformulación formal de todos sus elementos, primordialmente los actores. No soporto a Murakami, y menos cuando exalta una serie de vicisitudes que, miradas objetivamente, tampoco son la repera. Es, insisto, cómo se cuenta, y Hamaguchi mira aquí indisimuladamente al cine coreano, remedando torpemente a Hong Sang-soo, pasándolo por el filtro de Hirokazu Kore-eda, para terminar estampándonos un corolario de desgracias en off, pesadumbres de fraseo impenitente, y algún fotograma habilidoso para que disfrutemos de Hidetoshi Shinomiya, que realiza un trabajo impecable. Es, ya digo, una rutina hecha pasar por cine de autor, lo cual no me escandaliza lo más mínimo; es sólo que le sigo dando vueltas a la inclusión en los oscar, y por partida doble. Ya, si gana, sería más que raro...
Saludos.

2 comentarios:

ricard dijo...

Sí que es una rareza (su inclusión en las finalistas de los Oscar).

Saludos.

dvd dijo...

Bueno, ahora creo que lo puedo decir... ¡Vaya galita la de este año!...

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!