domingo, 14 de agosto de 2022

Rincón del freak #518: ¿Para qué están los amigos?


 

OUTRAGEOUS!, de 1977, fue una curiosa película canadiense, enclavada en el llamado queer cinema, y que tenía como gran valor (prácticamente el único) ver a Craig Russell en uno de sus escasos papeles para el cine. Russell era un transformista de enorme talento, capaz de clavar diferentes roles femeninos, y poseedor de una asombrosa capacidad imitadora. Es un film de bajo presupuesto, de alguna forma seminal en Canadá, y que puede llevar a equívocos, como posicionarlo junto al cine del primer John Waters, porque Richard Benner estaba más interesado en la historia de amistad entre Robin y su compañera de piso, una joven con problemas psiquiátricos que queda embarazada. Siendo sinceros, si no fuese por la maravillosa interpretación de Russell (le valió un premio nada menos que en Berlín), esta película sería un fondo de catálogo muy oscuro, carne de altar de fanáticos de este tipo de cine, pero del que se pueden rescatar algunos fragmentos. La última actuación de Robin, por ejemplo, dedicada a su amiga, o su llegada a New York, donde se mete en el bolsillo a todo un bar de moteros a golpe de Tallulah Bankhead.
Muy rara, pero muy simpática y vitalista.
Saludos.

sábado, 13 de agosto de 2022

Tierra de cazadores


 

PREY es la (inevitable) precuela de la serie PREDATOR. Un film con una idea de partida interesante, un director que viene demostrando tener carácter y oficio, pero que no pasa de un aprobado raspado ¿La razón? No ser capaz de superar su condición de film menor, más cercano al producto televisivo que al cinematográfico; algo que no nos debería sorprender a estas alturas, pero que parece un denominador comúnmente aceptado. El argumento nos sitúa a principios del siglo XVIII, en un territorio Comanche, donde conocemos a Naru, una joven que tiene el firme deseo de convertirse en guerrera, contraviniendo las tradiciones de su pueblo. Tan sólo es apoyada por su hermano, el bravo Taabe, que sabe el esfuerzo que realiza cada día para equipararse a los hombres. Sin embargo, algo ha llegado de alguna parte, un cazador desconocido capaz de hacerse con cualquier presa... y eso los incluye a ellos. PREY es, eminentemente, un film entretenido, y no es poco; tiene un ritmo ágil, y su escueta duración evita que se eternice en una trama que no sortea su previsibilidad. Aun así, contiene momentos de acción de calidad, con unos efectos más que dignos, y una protagonista a la que echamos el ojo desde su participación en la serie LEGION. 
No es memorable, pero puede salvarles alguna tarde aburrida de verano.
Saludos.

viernes, 12 de agosto de 2022

Hagiografía a la contra


 

Esta es la historia de Mark Read. El tipo era otra cosa, alguien bruto, de frente, sin una sola doblez. Como él mismo se definía, un buen tipo sin suerte. En realidad un asesino, un convicto por más de 20 años, un amigo que te apuñalaba o te cortaba los dedos sin ninguna acritud. Luego salió, se dedicó a dar entrevistas, escribió algunos libros y se murió de cáncer hepático. CHOPPER fue el debut de Andrew Dominik, un director con un gran talento para peinar a contrapelo, ponerte en imágenes exactamente lo contrario que irías a esperarte, y este extrañísimo biopic lo atestigua. Pero CHOPPER es, sobre todo, Eric Bana, entonces desconocido, y que aquí dio muestras de su gran talento para resultar tan cómico como brutal, como parece ser que era este tipo tan peculiar, prácticamente un sociópata en busca de aceptación, lo que me parece que contraviene cualquier manual psicológico. Es un film hecho a martillazos, que desdeña cualquier linealidad, pero en el que refulgen muchos cines de esos que llamamos "incómodos", desde Sam Fuller hasta el reciente S. Craig Zahler. Y han pasado 22 años de su estreno, y todavía se queda uno rascándose la cabeza preguntándose qué diablos ha visto, y si no lo ha visto ya todo...
Yo recomiendo verla dos veces seguidas, pero tampoco sé por qué...
Saludos.

jueves, 11 de agosto de 2022

Gaspar von Garlandnioni


 

Hoy les voy a recomendar una película para este verano... pero para que la eviten como la peste. MEN se llama, y es la penúltima ocurrencia de un señor al que me da en la nariz que de chico le repetían mucho lo guapo que era y lo listo que era. Alex Garland es un señor con cierto talento visual, un director de imágenes más o menos impactantes, pero al que se le atraganta eso tan insidioso de narrar historias y que encima se entiendan. MEN es un burdo intento de ser extremo, osado al tiempo que refinado e imaginativo. Quiere ser muchas cosas, y sólo es una, y muy simple. Pero déjenme que les ilustre con la gilipollez que se me acaba de ocurrir acerca del título de la reseña, porque reconozco que tampoco he hilado muy fino. MEN es como si mezcláramos el impacto de IRREVERSIBLE, pero sin que nos expliquen a qué viene el trauma de la protagonista (una compungida Jessie Buckley), con el tremendismo alegórico de MELANCHOLIA, sin conseguir igualar el hit parade de "imágenes new born", y rematando con el enternecedor empeño de adentrarse en el "paisaje como estado de ánimo" de EL DESIERTO ROJO. Lo que queda es una señora que parece haberlo pasado muy mal, pero la narrativa de guardería de Garland consigue que no nos importe lo más mínimo ese sufrimiento. Luego, el imcomprensible recurso de utilizar a un mismo actor (aunque sea el gran Rory Kinnear) para que haga todos los papeles masculinos, sin que se intente disimular ni de casualidad. Rematando, ¿de verdad era necesario tanto fatigueo, tanta parafernalia para, como ocurre en su supuestamente catártico final, saber que que tampoco era para tanto? Garland podía habérsela jugado con pollas erectas, machismo reaccionario o mujeres que empapan su frigidez en sesiones de sexualidad fría y monótona. Pero claro, entonces saldría un crítico postmoderno de esos a escupir que Alex Garland ha copiado a Gaspar Noé, a Lars von Trier y a Michelangelo Antonioni... Maldita sea mi estampa...
Saludos.

miércoles, 10 de agosto de 2022

Adiós a la musa


 

Y se fue Olivia Newton-John, que durante muchos años formó parte de nuestros sueños, que con su presencia angelical nos invitaba a olvidarnos de los problemas y cantar y bailar con ella, a enamorarnos de ella aunque siempre nos despidiera con una inocente sonrisa. No podíamos estar junto a su mirada entre sorprendida y anhelante, la dulzura hecha mujer, actriz, cantante, o lo que le echaran. Porque Olivia siempre estaba en otro lugar, como caída de los dioses, y nadie podía apartar la mirada si ella aparecía. La musa, se nos fue y ahora nos conformamos con ese polvo de ángel que esparció por un Hollywood que quiso ver en ella a la última estrella, la única que hubiese podido reverdecer viejos laureles de superproducciones resplandecientes. Era una artista que brillaba con luz propia, y sin cuyo aura no podríams entender cosas como XANADU, película imposible, producción destartalada donde las haya, con un guion demencial, luces de neón, como un cruce diabético entre TRON y CORAZONADA. Una de esas barbaridades que sólo se podían imaginar en unos ochenta que acababan de inaugurarse, y que mezclaba diosas del Olimpo, patinaje sobre ruedas, Glenn Miller, la ELO, o el mismísimo Gene Kelly, en la que sería su despedida. Personalmente, la recordaba muy vagamente, como un excéntrico vídeo musical, pero ya llevaba un tiempo rondándome la cabeza, y ha tenido que ser este triste despedida la que me haya forzado a echarle un vistazo. Cualquier cosa que diga no será buena, tampoco mala; he visto cosas peores, quizá no tan tontísimas, pero sí peores. Da igual. El mundo va a ser un poco más feo de aquí en adelante, y es justo dedicar estas pequeñas líneas a una artista que siempre fue muy grande...
Saludos.

martes, 9 de agosto de 2022

Leni. El triunfo de la estética #6


 

Para saber de lo que estamos hablando, deberíamos señalar que Leni Riefenstahl ya no volvería a presentar una película hasta 2002, justo cuando cumplía nada menos que 100 años (fallecería al año siguiente). Eso si realmente consideramos IMPRESSIONEN UNTER WASSER como una película en puridad, ya que habrá quien la confunda con un simple documental marino, de esos tan simpáticos que nos ponen a la hora de la siesta. Es sabido que Riefenstahl, entre sus muchas aficiones, fue una gran buceadora, práctica que ejerció hasta el final de sus días; y este documento, de apenas 45 minutos, recoge una pequeña parte de sus miles de inmersiones en las aguas de Papúa Nueva Guinea. Con una sugerente música a cargo de Giorgio Moroder, asistimos a un preciosista y colorido paseo por el reino submarino, con una nitidez de imagen impresionante, y dejando siempre que ese fascinante entorno hable por sí solo, ya que la directora tan sólo realiza una pequeña introducción al principio, con un discurso ecologista muy vigente. 
Aquí terminó la breve pero intensa filmografía de Leni Riefenstahl, una directora que me parece esencial para entender el avance del cine como arte fundamentalmente moderno, y a la que creo que se ha tratado con una injusticia que no conoce parangón en la historia del séptimo arte. Nos perdimos a una grandísima cineasta por ello, y ya nunca sabremos de qué podría haber sido capaz si hubiese podido construir una carrera medianamente normal. Por ello me parecía de justicia traerla durante estas seis semanas al Indéfilo. Aunque, francamente, creo que sus films hablan por sí solos...
Nosotros volveremos con otro monográfico a la vuelta de las vacaciones, y éste sí que me da un poco de vértigo, porque creo que es el más difícil que he enfrentado...
Saludos.

lunes, 8 de agosto de 2022

Palabras sin eco


 

Y entonces llega Joe Wright y hace CYRANO. Y este Cyrano, qué quieren que les diga, pues será muy moderno y muy rompedor y muy lo que sea, pero también es muy aburrido. Y no el Cyrano interpretado por Peter Dinklage, que es tan buen actor que es capaz de hacer suyo cualquier personaje que le echen. No, este Cyrano es muy aburrido porque son dos horas en las que nos importa un pimiento lo que pase, tanto si es una cosa como la otra. Todo se reduce a poner a los personajes principales a parlotear en primer plano, mientras en el fondo se desarrolla algo que no tiene nada que ver, pero que sirve para admirar los trajes, el mobiliario, las velas, las paredes... CYRANO, este Cyrano, procura no salirse de la relación fondo-forma, por mucho que se nos quiera hacer pasar su discurso formal por atrevido. Yo no lo veo así por ninguna parte, ni en la consabida historia de amor malentendido, con una Haley Bennett que te dan ganas de mandarla a tomar viento; ni tampoco en unos tramos musicales descafeinados, con unos temas que parecen una lista aleatoria de Spotify. No sé, es una rareza que no ha visto nadie, y es un coñazo para quien la ha visto, y confirma que Joe Wright se lo tiene muy creído, y que ni había inventado nada antes, ni ahora tampoco. Yo, desde luego, no me atrevo a recomendarla... excepto para iniciar una plácida siesta...
Saludos.

domingo, 7 de agosto de 2022

Rincón del freak #517: Un ego multiplicado por mil


 

THE UNBEARABLE WEIGHT OF MASSIVE TALENT (y nunca un título fue tan elocuente) funciona mientras es capaz de sostener la extrañeza de su desquiciado argumento ¿Nicolas Cage interpretándose a sí mismo? Ajá. E incluso yendo un paso más allá. Nicolas Cage autoparodiándose, rozando el patetismo de mostrar en una pantalla su desnortada vida personal. Curiosamente, el guion va atenuándose poco a poco, domesticando el asombro de su primera media hora, y dejándonos con la sensación de que no se ha sido audaz, u honesto; de que lo que podría haber sido una locura de órdago (un actor despedazándose ante su público, para mostrar a la persona), termina rebasada por la necesidad de facturar un producto comercial más. Más que un ejercicio metanarrativo, lo que veo es "otro film de Nicolas Cage" (el chiste se cuenta solo), solo que esta vez, y por si no nos habíamos dado cuenta, nos han puesto la enorme flecha de neón apuntando. Y excepto algún que otro chiste más o menos ingenioso, el "talento" brilla por su ausencia. Por destacar, la sorprendente aparición de Paco León y que la excusa argumental sea el secuestro del presidente de Cataluña... Y sí, han oído bien...
Es más entretenida que original, y seguro que hay un montón de gente que la pondrá por las nubes.
Saludos.

sábado, 6 de agosto de 2022

Proverbiales


 

Antes de empezar a hablar sobre BOB'S BURGERS: THE MOVIE, debo decir que no había visto BOB'S BURGERS (la serie). Desconociendo si este detalle puede llegar a ser relevante, sí me lo parece la exhaustividad de algunas productoras/cadenas/distribuidoras por estirar sus productos a poco que éstos obtengan algo de notoriedad. Lo de "la película de la serie" es ya muy viejo, y excepto contados casos, no suelen ir más allá de algún tipo de celebración, como una fecha señalada (Navidad, Halloween...), o la consabida parodia con invitados. En este caso, no me ha parecido difícil detectar un grueso atenuante a la irreverencia de algunas animaciones para adultos, inscribiendo a BOB'S BURGERS en un sitio intermedio, con la dosis justa de ironía, pero sin tirar del bombazo escatológico. Su propuesta vendría a estar más cerca de CHEER'S que de PADRE DE FAMILIA, con una mordacidad medida pero francamente ingeniosa, y en sus mejores momentos incluso descolocante y surreal. Esto va de una familia media (padre, madre y tres hijos), que vive de una modesta hamburguesería en un lugar turístico que ha conocido tiempos mejores. De repente, un gran agujero se abre justo delante del establecimiento y amenaza con la ruina total, pero donde se inicia el desastre puede estar una oportunidad de desvelar un secreto que lleva años oculto, y de paso pagar el préstamo que está a punto de vencer. No sé, es una película entretenida, agradable de ver, pero con un tufillo conservador raro para este tipo de series, que suelen tirar por el lado más insolente e incómodo. Y ya digo, no he visto la serie, pero me parece que es otro enigma que acabo de resolver yo mismo en apenas hora y media...
Saludos.

viernes, 5 de agosto de 2022

Bocatto di cardinale


 

FRESH es un film que abunda en un tipo de terror difícil de ubicar, teniendo en cuenta que su premisa la acerca más a una comedia negra, dejando los elementos terroríficos en un plano quizá no tan decisivo. La idea tiene cierta gracia, y nos presenta a una joven sin suerte en lo sentimental, que colecciona innumerables citas a través de "una de esas aplicaciones", y que casi ha perdido la esperanza de encontrar un hombre que realmente valga la pena. Justo hasta que surge lo inesperado, un desconocido irresistible que la invita a salir tras un encuentro en el supermercado (el dato no es casual), y que después de una noche del mejor sexo que ha tenido en su vida, no sólo no la despide amablemente, sino que la invita a su residencia de verano, situada en un lugar exclusivo. Pero, como no puede ser de otra manera, no todo va a ser perfecto, y este hombre se revela súbitamente como lo último que ella querría encontrarse. 
Con un metraje que me parece excesivo para lo que cuenta (el tramo final se hace pesadamente alargado), todo lo interesante está en el preámbulo, que nos hace querer saber más sobre esta extraña pareja, y a qué terreno extraño nos dirigimos. Buenas interpretaciones de la joven Daisy Edgar-Jones y un inquietante Sebastian Stan, además de un sólido guion que, sin embargo, no logra sortear unas referencias demasiado obvias, y se me ocurren tres, con las que quizá se puedan hacer una idea del argumento: HANNIBAL (la serie), AMERICAN PSYCHO (por su uso de la música, fundamentalmente) y aquella joya de lo grotesco que era HARD CANDY.
Se deja ver, pero promete más de lo que da.
Saludos.

jueves, 4 de agosto de 2022

Las polillas


 

La experiencia fílmica tiene sus márgenes, sobrepasarlos implica revertir la mirada hacia el espectador, inquiriéndole desde su confort anónimo, convirtiendo el inocuo acto de "ver" cine en una crítica violenta y ensañada con esa pasividad. El filósofo Guy Debord lo explicó detalladamente en un film de extenso y palindrómico nombre. IN GIRUM IMUS NOCTE ET CONSUMIMUR IGNI puede ser visto como un tratado, pero sería un error implicarse sólo en lo textual, pues Debord era un situacionista, y su filosofía sólo podía tener sentido desde el ataque. Sólo destruyendo la imagen se podía "hablar" de la imagen, sin ser ya esclavos de la intencionalidad de ésta. Debord hablándonos como esclavos de esa "sociedad del espectáculo", abriendo el film precisamente con una foto fija de los espectadores en una sala de cine, el perfecto preámbulo para iniciar un ametrallamiento, literal, de frases escupidas al nervio que duele. El espectador es un esclavo, feliz, cebado de imágenes que olvida para volver a verlas de nuevo; es esa polilla que se siente atraída por la luz del fuego, que la circunda en gozoso vuelo. Hasta que se quema.
Hasta ahí el manifiesto. Pero Debord filma, aunque no quiera, aunque use imágenes ajenas de otros films, otras fotografías. He ahí el obstáculo insalvable, porque hasta el filósofo más audaz es incapaz de no ser "comunicativo". Por muy secas y tajantes que sean sus frases, la película (lo es) se desangra en su propio acto suicida, y termina criticándose, censurándose a ella misma. Grave contradicción, única formalidad en este film áspero, de horror frío y cadavérico, el de los hogares felices y los esclavos felices en ellos.
Ármense de valor si la van a enfrentar.
Saludos.

miércoles, 3 de agosto de 2022

Madres


 

Todo en YOU WON'T BE ALONE es un equívoco. No es que la ópera prima de Goran Stolevski sea un mal debut, o que estemos ante un completo desastre, sino que cada paso dado nos lleva exactamente al sitio contrario del que debiéramos estar. No estamos ante un film de terror, pero todo, desde el cartel promocional hasta el poderoso arranque, así lo indica. En realidad, vamos a ser testigos de una experiencia en primera persona, la de una joven (les digo desde ya que no se utilizan nombres propios) que, al cumplir los 16 años, es reclamada por una especie de bruja, ya que ese fue el pacto que hizo con su madre al nacer. La gracia está en que la madre intenta protegerla encerrándola en una cueva, un lugar santo, para que la bruja no acceda a ella; pero 16 años sin contacto con el exterior la han hecho una especie de animal, que prácticamente colapsa cuando al fin sale al exterior. El gran problema de este film (en realidad dos) es, por un lado, su ensimismamiento, parafraseando a su protagonista, alelada per se, y que descubre la brutalidad del mundo exterior. Ello deriva en una colección de postales, muy bonitas, muy reveladoras, pero que atrancan la narración en pos de una poética más pedestre de lo que cabría suponer. Tiene algunos momentos francamente potentes, pero a este señor le falta mucho para contarnos una historia que nos atraviese como creo que pretende.
Saludos.

martes, 2 de agosto de 2022

Leni. El triunfo de la estética #5


 

TIEFLAND es la película maldita de una cineasta maldita. Un proyecto que tardó dos décadas en ver la luz, y que a su manera resume la extrañísima trayectoria de Leni Riefenstahl, principalmente todo lo que nos hemos perdido los cinéfilos en materia de avances cinematográficos. A mediados de los 30, la entonces joven directora se entusiasmó con "Terra Baixa", obra del escritor catalán Angel Guimerà, y que es considerada como una de las obras capitales en lengua catalana de todos los tiempos. La historia la conocen: Riefenstahl es requerida por el jefe de propaganda nazi, y el proyecto queda truncado. En 1940, un año antes de la WWII, pide a Hitler viajar a España, para buscar la localización exacta de la novela en los Pirineos, pero es desaconsejada por la precaria situación tras la Guerra Civil. Finalmente, logra rodar en Alemania, pero la guerra estalla y el film queda como queda, como un batiburrillo difícil de poner en pie con las partes rodadas. Leni retoma el proyecto una década después, realizando un trabajo de montaje que le lleva varios años, y que sólo pudo ver la luz en un tardío 1954, y para entonces el cine andaba ya en parámetros estéticos muy distintos, por lo que el fracaso fue inevitable y disuadió a la directora alemana de seguir haciendo cine. 
Vista hoy día, TIEFLAND tiene momentos brillantes, otros bastante ridículos, y un aura de historia siempre a contracorriente, sin poder superar los muchos avatares que la componen. Como curiosidades, el "supuesto" baile español ejecutado por Riefenstahl, a la sazón protagonista, o el polémico "uso" de los prisioneros gitanos de los campos de concentración alemanes para contar con unos figurantes que encarnaran lo que entendían como "etnia hispana". El argumento nos habla de una mujer que se gana la vida bailando en tabernas, un humilde pastor y el cruel terrateniente que queda prendado de la gitana. Ella no puede ver al pastor ni en pintura, y el potentado, venido a menos, idea un diabólico plan para poseer a la bailarina y no arruinarse: ella se casará con el pastor para que no pueda huir, y él hará lo propio con una acaudalada viuda.
Yo la recomiendo sólo a espectadores pacientes, que sean capaces de comprender las difíciles tareas de producción y quedarse con el resultado del testamento fílmico de una cineasta irrepetible... Aunque no hemos dicho que esto se acabe aquí y hoy...
Saludos.

lunes, 1 de agosto de 2022

Hasta arriba


 

Joseph Kosinski suele ser un director con ideas interesantes, súbitamente desperdiciadas por decisiones conservadoras, que de momento le han dejado como un buen artesano a la búsqueda del pelotazo definitivo. No es el caso de SPIDERHEAD, estomagante film que, como decíamos, se empeña en normalizar cada buena idea, optando por la cursilería comercial propia de Netflix, en lugar de indagar los aspectos más sorprendentes de la novela de George Saunders. Lo primero que rechina es la ubicación, pues si estamos en un futuro probable, esto apenas queda resaltado por detalles de decoración medianamente sugerentes, o una tecnología que, la verdad, tampoco es que sea la repera. Pero hay algo bueno aquí, y se refiere únicamente al trabajo con los actores. Miles Teller y Chris Hemsworth consiguen sobreponerse a dos roles nada agradecidos, el de un científico encargado de probar drogas que exacerban o atenúan las emociones, y el presidiario que se ha presentado voluntario para ello. Es un punto bien resuelto y que deriva en una comicidad casi involuntaria, cuando asistimos a las sesiones y somos testigos de los drásticos cambios en los voluntarios, algunos simplemente hilarantes. Es una película para ver si no se tiene nada mejor que hacer, con un ritmo aceptable, pero que en ningún caso va a glosar las listas de una ciencia ficción inteligente, si es que es lo que han venido a ver, o es lo que les han vendido por catálogo...
Saludos.

... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!