sábado, 26 de marzo de 2022

Un peloteo de calentamiento


 

KING RICHARD es tan convencional que asusta. Y no porque esté finalmene en los oscar, sino por lo incomprensible de su premisa, que prefiere que no sepamos, que perdamos la oportunidad de asomarnos al secreto que hizo de Venus y Serena Williams las dominadoras del tenis mundial durante casi dos décadas. En lugar de ello, vemos a Will Smith en uno de sus despliegues de tics y muecas, intentando convencernos de que está más allá del método. No, no es una película sobre las hermanas Williams, y ni siquiera me atrevería a decir que es sobre el tenis; es una película sobre ser un imbécil psicópata y egocéntrico, incapaz de ver más allá de su nariz, y terminar siendo blanqueado (curiosa metáfora) en un masaje argumental como he visto pocos. Tiene un par de momentos de supuesta tensión que provocan la risa floja, y el partido final (en realidad uno de los primeros de Venus como profesional) contra Arantxa, aparte de la estupefacción lógica, es un desenlace ñoño y desganado, como si quedara todo lo más importante por contar a partir de ahí. Y es que es así.
Por salvar algo, sólo se me ocurre el estupendo trabajo de Aunjanue Ellis, una actriz con el carisma suficiente como para desplazar a un Will Smith que se va haciendo más cargante cuanto más aparece en pantalla, que es casi siempre.
Olvidable, en el más amplio sentido de la palabra.
Saludos.

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... ¿Y todo esto lo ha hecho usted solo?...
No, necesité estar rodeado de siete mil millones de personas...

¡Cuidao con mis primos!